"I can kill, cause in God I trust"
-Do the evolution
Pearl Jam
Beirut, Líbano, trás el bombardeo del ejercito israelí.
Julio, 2006.
El estado de Israel es el principal agresor del Oriente medio. A escala mundial, lo son los Estados Unidos de América.
¿De que forma justifican los gobiernos de estos países sus brutales asesinatos masivos y sus constantes violaciones al derecho internacional? ¿Por medio de que tácticas de reacondicionamiento mental obtienen el respaldo de sus pueblos? ¿Como configuran la imagen que intentan proyectarle al mundo?
No hay que restarle crédito a los políticos y diplomáticos estadounidenses. Después de todo, la tarea que tienen en sus manos es colosal, y a primera vista imposible. Consiste, ni mas ni menos, que en convencer a la población de su país y del resto del mundo, de que un hambriento campesino de los desiertos del Oriente Medio -armado en el mejor de los casos con un AK-47 fabricado en la decada de los setenta- representa una amenaza muchísimo mas seria para la paz y sobrevivencia del mundo, que las constantes invasiones, masacres y violaciones al derecho internacional en las que se basa la política exterior de los EUA e Israel. Intentan convencernos de que un miserable guerrillero (Afgano, iraquí, libanés, iraní) que vive por debajo de los límites de subsistencia, es, por sí mismo, mucho más peligroso que el ejercito más poderoso que haya pisado la faz de la Tierra, actuando bajo las ordenes de un demente que concibe al mundo como el escenario en el cual se desarrolla una película del Viejo Oeste (En la cual, por supuesto, el interpreta al Sheriff).
La política exterior de los EUA y de Israel, siempre se ha basado en aplastar -ya sea por medio de la política o de la guerra- a todo aquel país o grupo que prentenda amenazar sus intereses políticos y económicos. Esto se complementa con su política interna, la cual consiste en convencer a su población, de que las víctimas del cuento, no son los extranjeros muriendo a raudales fuera de sus fronteras, sino ellos mismos. (¿?)
No son la lógica y la razón las que dictan el comportamiento de los países agresores. El fondo ideológico de sus acciones esta conformada por argumentos pragmáticos que se van moldeando a conveniencia, conforme las circunstancias lo vayan requiriendo. De esta forma, los países agresores nunca agreden en realidad, sino que se defienden. Nunca inician una guerra, sino que responden legítimamente a una agresión previa -que en la gran mayoría de los casos, o no existe, o es un acontecimiento insignificante propiciado por ellos mismos, con el propósito de tomarlo como un pretexto para "justificar" una guerra absurda e injustificable por el sentido común.
Las verdaderas intenciones que motivan las acciones de los países agresores nunca son pronunciadas en voz alta. Sería muy difícil obtener el respado del pueblo a la guerra, si esta fuera publicitada como lo que verdaderamente es: Una invasión ilegal a un país libre e indefenso, cuyo gobierno cometió el imperdonable pecado de no alinearse a aquellas políticas que favorecen los intereses económicos estadounidenses. En su lugar, se le hace creer a la población que la guerra no es la simple destrucción de un enemigo político, y el asesinato masivo de civiles inocentes como inevitable consecuencia colateral, sino una cruzada que el gobierno, en su infinita sabiduría, lleva a cabo en nombre de la libertad, la democracia, o cualquier otro término que suene bien en los discursos y que tenga una amplia aceptación pública.
A los gobiernos de los países agresores no les conviene que sus pueblos tengan una perspectiva histórica muy amplia. Por esta razón, pretenden simplificar la complejidad del panorama mundial, hasta convertir todo en un libreto malo de Hollywood, en el cual el mundo esta representado por dos bandos: Uno bueno, encabezado por EUA y único depositario de la justicia y la verdad, y otro malo, encabezado por el enemigo favorito en turno (En el pasado fue el comunismo soviético, ahora toca el turno al terrorismo islámico) y compuesto por tiranos perversos y fuerzas malignas y oscuras que amenazan con destruir el planeta a la menor oportunidad. De esta forma, se busca que las decisiones y movimientos del gobierno no sean cuestionadas en un marco racional y crítico, sino en uno dogmático, en el cual la elección de los ciudadanos se vea reducida a ubicarse en el lado de los "buenos" o en el lado de los "malos".