Wednesday, October 07, 2009

un millón de asesinas



La madrugada del 2 de Agosto del presente año, en la ciudad de Puebla, Alejandra Gómez Sánchez, de 20 años de edad, ingresó a las instalaciones de la Cruz Roja de la localidad con un fuerte sangrado vaginal. Después de recibir atención médica, se determinó que la causa de dicho sangrado fue un aborto que Alejandra se provocó al ingerir pastillas de Cytotec, una presentación comercial del misoprostol. A raiz de este incidente, comenzó a vivir un infierno que bien podría ser compartido en un futuro muy cercano, por millones de mujeres mexicanas. Alejandra fue acusada de homicidio por la Procuraduría General de Justicia del estado de Puebla, acusación que aún sigue pesando en su contra a pesar de las protestas y el apoyo de grupos defensores de los derechos humanos.

En Querétaro, a seis días de la aprobación de la Ley Antiaborto por parte del congreso queretano, Denisse Amparo Ponce de León, se convirtió en la primer mujer del estado en ser detenida por el delito de aborto. La detención fue difundida en Septiembre por medio de un comunicado de la Procuraduría General de Justicia en el que se incluía una fotografía de Denisse. Se le acusa de homicidio y podría alcanzar una pena de hasta 3 años de prisión.

Vale la pena también recordar que el estado de Querétaro puede enorgullecerse de ser una de las entidades que no reconoce excepciones en la práctica del aborto, ni siquiera en casos de malformaciones o violación. En Querétaro, una mujer que haya sido víctima de una violación debe concluir su embarazo. Para contrarrestar esta aberración, y para tranquilidad de las queretanas, Alejandra Huerta, investigador en bioética del Centro de investigación social avanzada del estado (CISAV) nos informa que la Ley también estableció que se debe amparar a esas mujeres con servicios de salud pública y terapias psicológicas para que no rechacen al bebé. Si eso es lo que opina un investigador en bioética de un "centro de investigación social avanzada" no me imagino las perlas de sabiduría que deben de estar declarando a los medios los políticos y los sacerdotes de la entidad. En el mismo periódico leo que la misma investigadora declara lo siguiente: A nivel científico, desde el momento de la fecundación ya hay un ser humano. Listo, problema resuelto. La investigadora nos ha hecho el favor de resolver el asunto sin dejar ninguna duda ni espacio para discusión.

El caso de estas dos mujeres es indignante. No es solo un atropello a los derechos de las mujeres a elegir sobre su propio cuerpo, sino un atentado a los derechos humanos más básicos.

La vida y el destino de millones de mujeres en este país se encuentra a merced de políticos corruptos y desinformados que toman estas decisiones siguiendo argumentos dogmáticos insostenibles. No es una casualidad que Querétaro sea uno de los estados con más presencia de la iglesia católica a nivel nacional.

En la gran mayoría de los casos, los legisladores que votan y aprueban estas leyes lo hacen siguiendo preceptos religiosos, como lo es ese socorrido argumento que dice que el ser humano es único e irrepetible desde el momento de su concepción porqué desde entonces posee un alma. De esta forma es posible equiparar un aborto en el primer trimestre de la gestación con un asesinato. El problema es el siguiente: todos los ciudadanos de este país tienen derecho a creer en lo que les dé la gana, pero los argumentos y preceptos religiosos no tienen ninguna cabida en la política ni en la formulación de las leyes. Habría que recordarles a los legisladores que en este país existe la ibertad de culto, y que algunos de nosotros no simpatizamos con sus ideas ni creemos en la existencia de nada parecido a un alma, por lo que no tenemos la menor obligación de atenernos a una ley que fue concebida tomando como base esos principios.

Se estima que en este país, cerca de un millón de mujeres cada año se ven obligadas a practicarse abortos clandestinos en condiciones higiénicas inenarrables. Esto propicia que aparezcan complicaciones como hemorragias e infecciones que cobran miles de vidas anualmente.

Si hemos de apegarnos estrictamente a la aplicación de estas nuevas leyes antiaborto, tendríamos que juzgar y condenar como criminales a un millón de mujeres mexicanas año tras año, lo cual, ante los ojos de cualquier persona medianamente razonable, es una insensatez.

En mi opinión personal, creo que la mujer tiene el derecho absoluto e irrestricto de decidir la interrupción de un embarazo que se encuentre cursando el primer trimestre de la gestación. Después de las 12 semanas, y solo después de las 12 semanas, podemos sostener que han aparecido en el feto atributos característicamente humanos, como lo son el desarrollo del cerebro. En el transcurso de los primeros días semanas, filogenéticamente hablando, el embrión es indistinguible de un reptil o un ave. No hablemos ya de las primeras 72 horas después de la concepción (que es también el periodo en el cual puede usarse con efectividad la píldora del día siguiente) en el cual la mórula es un conjunto de 64 células.

Lo siento, pero me parece simplemente insostenible que alguien pretenda equiparar 64 células con un ser humano. O que alguien afirme que el evitar que 64 células se adhieran a la pared del endometrio es un homicidio. Es simplemente ridículo.

El problema es que este tipo de hechos científicos no están contemplados en la discusión de la penalización del aborto. Sería mucho pedir de nuestros políticos el que intentaran informarse acerca de estas cuestiones. Como lo dije, la ciencia no entra en esta discusión, sino los preceptos religiosos alusivos al alma que supuestamente adquiere el embrión desde el mismo momento de su concepción.

Habría tambien que recordarles a los políticos mexicanos que se encuentran actualmente promoviendo y aprobando esas leyes estúpidas que permiten que una mujer pase tres años en prisión por abortar, que lo que se pretende defender aqui no es la vida por sí misma, entendida desde la estricta definición biológica, sino la vida humana.

A continuación cito algunos pasajes de un artículo que Carl Sagan publicó en 1990 en la revista Parade, con el título "The question of abortion: A search for answers". Desgraciadamente, son precisamente este tipo de argumentos y discusiones las que nunca aparecen en la mesa cuando se aprueban leyes que pretenden equiparar a una mujer con un criminal por ser culpable del imperdonable delito de decidir sobre su propio cuerpo.


Hoy por hoy no existe el derecho a la vida en ninguna sociedad de la Tierra, ni ha existido en el pasado (con unas pocas excepciones, como los jainistas de la India): criamos animales de granja para su sacrificio, destruimos bosques, contaminamos ríos y lagos hasta que ningún pez puede vivir en ellos, matamos ciervos y alces por deporte, leopardos por su piel y ballenas para hacer abono, atrapamos delfines que se debaten faltos de aire en las grandes redes para atunes, matamos cachorros de foca a palos, y cada día provocamos la extinción de una especie. Todas esas bestias y plantas son seres vivos como nosotros. Lo que (supuestamente) está protegido no es la vida en sí, sino la vida humana.

La mayoría de quienes defienden el "derecho a la vida" no se refieren a cualquier tipo de vida, sino, especial y singularmente, a la vida humana. También ellos, como los partidarios de la elección, deben decidir qué distingue a un ser humano de otros animales y en qué momento de la gestación emergen esas cualidades específicamente humanas, sean cuales fueren.
Pese a las numerosas afirmaciones en contra, la vida no comienza en el momento de la concepción; es una cadena ininterrumpida que se remonta a los orígenes de la Tierra, hace 4.600 millones de años.
Tampoco la vida humana comienza en la concepción, sino que es una cadena ininterrumpida que se remonta a los orígenes de nuestra especie, hace cientos de miles de años. Más allá de toda duda, cada espermatozoide y cada óvulo humano están vivos. Es obvio que no son seres humanos, pero lo mismo podría decirse de un óvulo fecundado.

En algunos animales, un óvulo puede desarrollarse hasta convertirse en un adulto sano sin la contribución de un espermatozoide. No sucede así, por lo que sabemos, entre los seres humanos, Un espermatozoide y un óvulo no fecundado comprenden conjuntamente toda la donación genética de una persona. En ciertas circunstancias, tras la fecundación pueden llegar a convertirse en un bebé. Sin embargo, la mayoría de óvulos fecundados aborta de modo espontáneo. La conclusión del desarrollo no está garantizada. Ni el espermatozoide ni el óvulo aislados, como así tampoco el óvulo fecundado, pasan de ser un bebé o un adulto potenciales. ¿Por qué, pues, no se considera asesinato destruir un espermatozoide o un óvulo si uno y otro son tan humanos como el óvulo fecundado producido por su unión, y en cambio sí se considera asesinato destruir un óvulo fecundado, aunque sólo sea un bebé en potencia?
De una eyaculación humana media surgen centenares de millones de espermatozoides (agitando la cola y a una velocidad de 12 cm por hora). Un hombre joven y sano puede producir en una o dos semanas espermatozoides suficientes para doblar la población humana de la tierra. ¿Significa esto que la masturbación es un asesinato en masa? ¿Qué decir, entonces, de las poluciones nocturnas o del simple acto sexual? ¿Muere alguien cuando cada mes se expulsa el óvulo no fecundado? ¿Deberíamos llorar todos esos abortos espontáneos? Muchos animales inferiores pueden desarrollarse en laboratorio a partir de una sola célula corporal. Las células humanas pueden ser objeto de clonación. (La cepa más famosa quizá sea la He La, bautizada así por Helen Lane, su donante.) a la luz de tal tecnología, ¿sería un crimen en masa la destrucción de células potencialmente clonables? ¿Y el derramamiento de una gota de sangre?
Todos los espermatozoides y óvulos son mitades genéticas de seres humanos potenciales.
¿Es preciso hacer esfuerzos heroicos por salvar y preservar a todos y cada uno, en razón de ese "potencial"? Existe desde luego, una diferencia entre suprimir una vida y no salvarla. También es muy distinta la probabilidad de supervivencia de un espermatozoide de la de un óvulo fecundado. Sin embargo, el absurdo de un cuerpo de ínclitos conservadores de semen nos lleva a preguntarnos si es el simple "potencial" que tiene un óvulo fecundado de convertirse en un bebé convierte realmente su destrucción en un asesinato.
En todo el mundo, la causa más frecuente de aborto es, con mucho, el control de la natalidad. ¿No deberían, entonces, los adversarios del aborto distribuir anticonceptivos y enseñar su uso a los escolares?
Ése sería un medio eficaz de reducir los abortos. Por el contrario, Estados Unidos se halla muy por detrás de otras naciones en el desarrollo de métodos seguros y eficaces de control de la natalidad y, en muchos casos, la oposición a tales investigaciones (y a la educación sexual) ha procedido de las mismas personas que se oponen al aborto.

Si uno mata deliberadamente a un ser humano, se dice que ha cometido un asesinato. Si el muerto es un chimpancé (nuestro más próximo pariente biológico, con el que compartimos el 99,6% de genes activos) cualquiera, entonces no es asesinato. Hasta la fecha, el asesinato se aplica sólo al hecho de matar seres humanos. Por eso resulta clave en el debate sobre el aborto la cuestión del momento en que surge la personalidad (o, si se prefiere, el alma). ¿Cuándo se hace humano el feto? ¿Cuándo emergen las cualidades distintivamente humanas?

¿Cuándo accede, pues, un feto a la personalidad, habida cuenta de que sólo una persona puede ser asesinada? ¿Cuándo la cara se torna claramente humana, cerca del final del primer trimestre? ¿Cuándo reacciona ante estímulos, también al final del primer trimestre? ¿Cuándo se torna lo bastante activo para que la madre lo sienta, hacia la mitad del segundo trimestre? ¿Cuándo los pulmones alcanzan un grado de desarrollo suficiente para que el feto pueda respirar por sí mismo, llegado el caso, el aire exterior?
Lo malo de estos hitos del desarrollo no es sólo que sean arbitrarios: más inquietante resulta el hecho de que ninguno implica características exclusivamente humanas, al margen de la cuestión superficial de la apariencia facial. Todos los animales reaccionan ante los estímulos y se mueven a su antojo. Muchos son capaces de respirar. Sin embargo, eso no impide que los matemos por miles de millones. Los reflejos, el movimiento y la respiración no son lo que nos hace humanos.

Otros animales nos superan en velocidad, fuerza, resistencia, a la hora de trepar, excavar o camuflarse, en vista, olfato, oído, o en el dominio del aire o del agua. Nuestra única gran ventaja es el pensamiento. Somos capaces de reflexionar, de imaginar acontecimientos que todavía no han sucedido, de concebir cosas. Así fue como inventamos la agricultura y la civilización. El pensamiento es nuestra bendición y nuestra maldición, y nos hace ser lo que somos.
El pensamiento tiene lugar, desde luego, en el cerebro, sobre todo en las capas superiores de la "materia gris" replegada que llamamos corteza cerebral. Cerca de 100.000 millones de neuronas cerebrales constituyen la base material del pensamiento. Las neuronas están unidas entre sí y sus conexiones desempeñan un papel crucial en lo que llamamos pensamiento, pero la conexión a gran escala de las neuronas no empieza hasta el sexto mes de embarazo.


El texto completo de este artículo se encuentra aquí.

Tuesday, September 29, 2009

Un escupitajo en la cara de la sociedad mexicana. Cortesía de los editores de esta repulsiva revista y de todos aquellos que vayan a gastar un centavo comprándola.

Monday, September 28, 2009

trendy sexy scum


Las clases dirigentes conocen tres edades: la edad de la superioridad, la edad del privilegio y la edad de la vanidad. Se descompone en la segunda y se derrumba en la tercera.
 
Memorias de Ultratumba
Chautebriand

Donde quiera que vayas, ahi estarán. No podrás librarte de ellas. A lado de la caja registradora en el supermercado, en la sala de espera del consultorio, en la sala de la casa, en la peluquería, en el café. Cientos de miles de ejemplares por semana. Las revistas de espectáculos te persiguen adonde quiera que vayas. Es inútil resistirse.



En ellas, los lectores se enteran de las más recientes y apasionantes aventuras de la estrella de Hollywood que acaba de divorciarse, o de la cantante de pop caída en desgracia que dentro de 2 0 3 años aparecerá muerta en Beverly Hills por un ataque cardiaco a consecuencia de una sobredosis de cocaína, la cual será reseñada en la misma revista como una sobreingesta accidental de antidepresivos prescritos.



Enajenación y estupidez empaquetada para las masas. Artículos cuyo contenido es borrado de la memoria -quizá como un inconsciente mecanismo de defensa- cinco minutos después de habersé leído.



Entre sus páginas, los lectores navegan las aguas del mar Mediterráneo que nunca verán a bordo del yate con helipuerto que jamás, ni en sus más aventurados sueños tendrán.






Las aventuras y los más estúpidos pormenores de la vida de las "estrellas" de la farándula les permiten suplir la ausencia de emoción en sus propias vidas.



Shopenhauer dijo una vez que los hombres vulgares inventaron la vida de sociedad porqué les es más fácil soportar a los demás que soportarse a sí mismos.



Quizá el llenar el tedio de sus propias vidas con las vidas de alguién más es lo único que evita que intenten suicidarse, no lo sé.



Los ricos leen sobre las últimas vacaciones de verano de la familia real de Mónaco. La clase media se regodea en los escándalos de la vida personal de las estrellas de Hollywood. Los pobres leen sobre la vida de los protagonistas de la telenovela de Televisa o TV Azteca que ven a las nueve de la noche. Todos tienen su propio escape, a solo 15 pesos semanales.



Están también las revistas de la "alta sociedad" por supuesto, que son leídas por igual tanto por los personajes retratados en sus páginas como por el resto de la población, que las consume con una extraña mezcla de envidia, repulsión y fascinación.



El senador X y el banquero Y desayunando en Au Pied de Cochón en Polanco, cortesía de una cuenta que será cargada al erario público, impecablemente vestidos con sus trajes italianos hechos a la medida y sus corbatas Ermenegildo Zegna. Retratados justo en el momento en el que discuten como el senador conseguirá los permisos para la venta ilegal de alguna reserva natural en la Rivera Maya en donde el banquero planea financiar la construcción de un exclusivo fraccionamiento, que nos obliga a preguntarnos si acaso no es raro vivir en un país en el cual sembrar amapola en Michoacán en verdad parece un trabajo más honrado que ser político.



Sus esposas aparecen páginas mas adelante, retratadas en la inaguración de alguna exposición de arte conceptual cuyas obras solo son capaces de entender sus propios autores en la soledad de su estudio, a las tres de la mañana, diez copas de Johnnie Walker Black label después.



Por supuesto, ellas no entienden nada. Serían incapaces de decirnos quien es el autor del Guernica y los tres libros que leen al año comienzan con frases como "Me enamoré de un vampiro...". Pero cuando el camarógrafo de la revista de sociales se acerca, se apresuran a adoptar una pose parecida a la de la escultura del pensador de Rodin.



Casi nos es posible escuchar sus conversaciones, hurgar en sus bolsas Louis Vuitton y descubrir cigarrillos mentolados y pastilleros con Tafil y Ativan que sus dueñas consumen como si fueran chocolates M&M.



Domestic, socially acceptable junkie.



Alcohólicas de clóset.



Aburrimiento disfrazado de depresión clínica, con lo cual pretenden parecer más interesantes, envueltas en el halo trágico de la falsa melancolía. Es que estoy deprimida, mi doctor ya me recetó antidepresivos.



Pero el Prozac es inefectivo para curar el aburrimiento.



Los deprimidos no enumeran los medicamentos que toman con el fin de hacer conversación. Los deprimidos se cuelgan o salpican paredes con sangre y materia gris al meterse un disparo en la boca.



Y sus hijos. Quizá son la parte más divertida de la revista.



Pamela Schiele Santamaría, Francisco González Winkler y Natasha Loeb en la party pool en Valle de Bravo del Colegio Asunción. Nos miran a través de la fotografía con aire arrogante y una expresión cuidadosamente ensayada en el espejo.



Casi nos es posible imaginarnos a ese tal Francisco González Winkler, a bordo de su BMW A3, manejando a toda velocidad por las calles de la Ciudad de México, de camino a algún exclusivo colegio católico del Opus Dei que seguramente fue fundado hace unos treinta años por algún violador de acólitos que el Papa planea beatificar como recompensa a su sacrificio y devoción a la juventud que suena mejor en un discurso que sus cuantiosas aportaciones a las cuentas bancarias del Vaticano.



Detrás de su BMW veremos con toda seguridad un Chrysler negro que lo sigue a sol y sombra, conducido por los mismos dos guardaespaldas que dentro de seis meses le mandarán a su padre uno de sus dedos envuelto en un paño sanguinolento, como un muy convicente aliciente para que se apresure a reunir el monto de rescate de su secuestro.



En otra foto de la misma revista podemos ver a otro grupo de adolescentes de las Lomas festejando su graduación de la Preparatoria. En este reportaje vemos el retrato de dos mujeres con anorexia a cuyo pie de página podremos leer algo como Patricia Gutierrez Cortina y Montserrat Portilla Klinefelter, las más trendy. Ahí están, irresponsables, inconscientes, con esa expresión vaga de perpetuo aburrimiento y posando ante la cámara como si estuvieran en la semana de la moda de Milán. Presumiéndonos sus vestidos Dolce & Gabbana de cinco mil pesos.



Trendy sexy scum.



Con un poco de imaginación casi podemos trasladarnos al antro de moda en donde se desarrolla la acción. Casi podemos percibir el aroma pestilente que resulta de la mezcla de 20 fragancias importadas con el sudor y el humo de 50 cigarrillos encendidos, a la entrada del lugar.

Please could you stop the noise, I'm trying to get some rest
Podemos verlos llegar flanqueados por sus guardaespaldas. Comportarse como si estuvieran permanentemente ante la lente de alguna cámara invisible. Y salir del lugar pagando cuentas con saldos superiores al sueldo mensual de sus choferes. Nunca en efectivo, sino con tarjetas American Express en cuyos pequeños dígitos podemos ver restos casi imperceptibles de granos blancos de cocaína.



TW Socialité.



Podemos verlos siendo interceptados en su camino de regreso a casa por alguna patrulla de tránsito, como consecuencia de conducir su auto a 160 kilómetros por hora en la vía de alta velocidad con aliento alcohólico. Y las frases de costumbre al bajar del Audi.



Pinche indio, no sabes con quién te estás metiendo.



No sabes quién es mi papá.



¿Y quién es su papá? No lo sabemos. Quizá un exsecretario de Hacienda. Si, aquel que trabajó en el gabinete de aquel presidente en cuyo sexenio el aumento de la población sumida en la extrema pobreza aumentó en 20 millones.













Saturday, September 26, 2009

Si eres mujer y aspiras a sobrevivir en Ciudad Juárez, toma nota...



La primera víctima apareció en 1993. Su nombre era Alma Chavira Farel, una niña de 13 años que apareció muerta en el desierto. Alma fue secuestrada, torturada, violada y asesinada. Trás su muerte comenzó uno de los episodios más negros de la historia de este país.

Las cifras varían dependiendo de la fuente de la cual provengan. En el momento actual suele aceptarse que el número de mujeres asesinadas hasta el momento ronda el escalofriante número de 500 víctimas.

El patrón suele ser similar en todos los casos. Las víctimas son mujeres pobres, que rondan entre los 12 y los 35 años de edad. Empleadas en maquiladoras y otros trabajos extenuantes y miseramente remunerados. El ataque suele efectuarse de camino o de regreso del trabajo. Desaparecen por unos días solo para ser encontradas muertas unos días o meses después en el margen de alguna carretera solitaria o en predios localizados en las afueras de Ciudad Juárez.

Las investigaciones gubernamentales alrededor de este caso han estado marcadas desde el comienzo de los hechos por la ineficacia, la incompetencia y la corrupción. Los perpetradores de estos crímenes sin nombre continúan libres y no parece haber ningún indicio de que algún día vayan a pisar una cárcel.

¿Es acaso posible imaginar lo que estas mujeres sufrieron antés de ser asesinadas? El modus operandi de los asesinos consiste en secuestrar a las víctimas en algún punto del trayecto de su hogar a su trabajo. Tras el plagio, las víctimas parecen ser violadas y torturadas por días antés de ser finalmente asesinadas y abandonadas como basura en algún paraje del desierto de Chihuahua.

La impunidad en la que se han mantenido los autores de estos crímenes inenarrables es indignante. Esa impunidad no es gratuita. Las teorías más incómodas y al mismo tiempo probables para explicar estos asesinatos involucran no solo a jefes del narcotráfico, sino a altos funcionarios del gobierno de Chihuahua. El dinero lo puede todo. Incluso el comprar el silencio tras la muerte de 500 mujeres.

Ciudad Juárez es una vergüenza mundial. No es necesario ir a Afganistán para encontrar los ejemplos más atroces y vergonzosos del odio y el desprecio hacia la mujer. Lo que pasa en Ciudad Juárez es comparable o peor que las lapidaciones públicas de mujeres adúlteras en los países musulmanes.

Procuradores van, procuradores vienen. Todos en mayor o menor grado han exhibido estupidez e insensibilidad en el desempeño de sus funciones. Uno de ellos fue Arturo Chávez Chávez. El se ganaría a pulso un lugar en este triste capítulo de la historia por tener la osadía de responsabilizar en parte a las víctimas por el imperdonable crímen de usar minifalda y vestirse provocativamente, incitando de esta forma a sus verdugos a secuestrarlas, torturarlas, violarlas y asesinarlas.

¿Su receta para solucionar el asunto? Durante su administración, le recomendó a las mujeres de Ciudad Juárez que se abstuvieran de usar minifalda, así como que tomaran clases de Karate y cargaran consigo un Spray de gas pimienta. Y no, no es una broma.

¿Que es lo que pasa en México con estos oscuros funcionarios públicos? Respuesta: Su imbecilidad es premiada con un lugar en el gabinete presidencial. En el transcurso de esta semana, nuestro estúpido Presidente en funciones lo propuso como candidato a procurador general de la República y ese circo de asnos y ladrones que aquí en México nos gusta llamar en su conjunto Senado, lo ratificó en el cargo, todo esto a pesar de las protestas de organizaciones civiles de madres de las víctimas y grupos de Derechos Humanos.

Monday, September 14, 2009

de la guerra contra el narcotráfico y otras patrañas...



Mi país se encuentra atravesando en estos momentos uno de los escenarios sociales más desastrosos que ha tenido que afrontar en toda su historia reciente.

En los últimos dos años, la violencia ha llegado a niveles inimaginables, conviertiendolo en uno de los paises con más bajas civiles a nivel mundial, solo siendo superado por naciones que se encuentran atravesando una guerra civil.

El crecimiento económico ha sido virtualmente nulo y aún a pesar de la aterradora situación actual, el panorama a largo plazo parece ser aún peor.

El sistema de salud se encuentra al borde del colapso, el nivel de calidad del sistema educativo es ridículo y la ineficacia e incompetencia que ha demostrado el gobierno del actual presidente en todos los niveles es simplemente insultante.

Aunque las causas de este panorama devastador son múltiples, una de las principales razones que han conducido al país al borde del abismo es la campaña que ha enarbolado el actual presidente desde el día que asumió el poder, conviertiendola en su máxima, y casi única, prioridad. Me refiero a la llamada "Gran guerra contra el narcotráfico".

Este tema resulta ilustrativo porque ejemplifica un mecanismo universal que suelen usar todos los gobiernos del mundo en su afán de obtener el apoyo de la ciudadanía, ocultandole al mismo tiempo su ineficacia y corrupción. No se trata pues de una estrategia de manufactura local (Los políticos locales no tienen la suficiente inteligencia e imaginación para ello) sino de un principio universal que se ha utilizado desde siempre y que en ocasiones le reporta buenos resultados al gobierno que lo emplea. En México, la inexcusable estupidez del gobierno ha impedido que aumente su popularidad orillando de paso a toda la sociedad al borde de un precipicio.

Dicha estrategia consiste simplemente en fabricar ante los ojos de la sociedad a un enemigo común con dos fines: infundir miedo y terror entre la población así como unificar diversos sectores en la supuesta necesidad apremiante de combatir dicho peligro.

De esta forma se cumplen varios propósitos. Diversos sectores de la sociedad que normalmente no se unirían bajo ningún concepto, caen en la trampa del Estado y se alinean con los intereses del gobierno. La existencia de un peligro inminente que el gobierno publicita dia y noche como una amenaza aterradora capaz de destruir los cimientos de la sociedad desvía la atención de todos los demás temas de la agenda y hace que los tópicos verdaderamente importantes como la educación, la salud o el crecimiento económico parezcan irrelevantes al lado del monstruo inexistente que amenaza en todo momento con devorarnos.

Mediante esta simple estrategia, el gobierno incrementa su popularidad al proyectarse ante los ojos de la sociedad como el depositario y guardian de los valores y virtudes que es necesario preservar, al tiempo que adopta el papel del único salvador capaz de rescatarnos.

La guerra contra el narcotráfico no es más que un gran farsa, inútil y costosa, que no presta ningún servicio al progreso del país. La estrategia es útil como distractor hasta cierto punto pero todo tiene un límite. La desastrosa administración de Calderón ha sido tan escandalosamente incompetente que esta cortina de humo pierde adeptos día a día, al tiempo que ha sumido al país en una violencia espeluznante que parece no tener fin ni freno.

Thursday, September 10, 2009

los hombres que no aman a las mujeres


Creo que las mujeres son mucho más complejas e interesantes que los hombres. Mientras que los hombres son, en esencia, muy parecidos entre sí, no existen dos mujeres iguales. Y aún cuando frecuentemente nuestra humilde y pragmática mente masculina resulte traumatizada en el arduo proceso de entender la enigmática psique de la mujer que amamos, gran parte de lo que le da sabor a nuestras vida esta contenido precisamente en este juego.

Cualquier hombre que ha amado a una mujer sabe perfectamente que la violación constituye uno de los actos más abominables que es capaz de perpetrar un ser humano. Crimen atroz como ninguno, la violación es tan despreciable que es uno de los pocos tópicos que me hace reconsiderar mi posición con respecto a la pena de muerte. Un violador es para mí mucho más despreciable que un asesino o un secuestrador. Pero ¿Cual es el caldo de cultivo necesario para engendrar a este monstruo? Es esta la principal pregunta que deberíamos plantearnos. Porque en esta cuestión, no se trata de castigar al violador una vez que ha llevado a cabo su crimen y ha destrozado la vida de su víctima, sino de evitar que un hombre sea capaz de perpetrar una violación.

Resulta muy obvio que un violador no solo desprecia a su infortunada víctima, sino a todas las mujeres en general. La violación representa la más alta expresión del desprecio hacia el género femenino. El violador es la suma de todos los prejuicios y la ignorancia que sustenta la misoginia masculina. La violación es la peor y última de las consecuencias que podemos esperar si dejamos que la misoginia prospere sin hacer nada por ponerle un alto.

La violación no busca en primer término la gratificación sexual. Se trata ante todo de una agresión que tiene sus raices en el odio y la estupidez. En una sociedad hipócrita que tolera la violencia hacia la mujer y nulifica su valía y su papel en la sociedad, resulta inevitable la aparición de hombres lo suficientemente imbéciles y perversos como para perpetrar una violación. La solución a este problema consiste en arrancar de raiz todos los prejuicios y estupideces que se encargan de perpetuar la idea que sostiene que la mujer es inferior al hombre, limitandose a ser una especie de extensión del cuerpo masculino destinado unicamente a satisfacerlo sexualmente.

La mujer NUNCA es culpable de ser violada. Esto parece ser una aclaración innecesaria y obvia para cualquier persona con corteza cerebral dentro de su craneo, sin embargo, una de las ideas más tristemente extendidas en este tema es aquella que dice que la mujer comparte cierta responsabilidad con el violador al cometer el imperdonable error de "vestirse provocativamente", incitando de esta forma a su acéfalo agresor a violarla.

Este concepto es tan incortrovertiblemente imbécil que debería ser absolutamente innecesario detenerse en este punto a hacer aclaraciones, sin embargo, existen innumerables hombres que aun utilizan este argumento estúpido como un desesperado intento para justificar su agresión. Algo que siempre me ha sorprendido y horrorizado en partes iguales con respecto a este tema es el comprobar que esta idea es defendida también por mujeres. Este tipo de cosas son las que me hacen perder los últimos resquicios de fe que tengo en la humanidad.

Cierto libro de moda que es posible encontrar actualmente en los estantes de toda librería se titula "Los hombres que no amaban a las mujeres". No lo he leído y no tengo muchas intenciones de hacerlo, sin embargo, es el título de la obra lo que me llamó la atención.

Un violador es, ante todo, un hombre que nunca ha amado verdaderamente a una mujer. Para cualquier hombre que ha amado profundamente a una mujer, la violación es un tema aberrante y la sola sugerencia de llevarlo a cabo resulta grotesca. De cierta forma, un hombre que ha amado a una mujer, se enamora por el resto de su vida del resto de las mujeres del mundo.

Saturday, May 30, 2009

satyagraha



El ser humano que más admiro de todos cuantos han existido nació en un pueblo hindú llamado Porbandar. Su nombre fue Mohandas Karamchand Gandhi. Un gran escritor de la India, Rabindranath Tagore, lo bautizó años después como Mahatma, es decir alma grande.

Conocer su vida y obra es una lección invaluable. Adentrarse en su mensaje es algo que cambia la vida.

Gracias a seres humanos como Mahatma Gandhi es posible recobrar la fé perdida en la bondad humana.

Otro gigante universal llamado Albert Einstein dijo una vez de él: "Las generaciones del porvenir apenas creerán que un hombre como éste caminó la tierra en carne y hueso".


La libertad de expresión es una de las condiciones absolutamente necesarias para una democracia. Su ejercicio jamás debe ponerse a prueba, limitarse o condicionarse de ninguna forma.

Una sociedad que ejerce la censura, limita esta libertad de expresión o llega al extremo de suprimirla totalmente, desacredita automáticamente todos sus posibles méritos.

Ejemplos sobran. En Latinoamérica tenemos el caso de Cuba y más recientemente de Venezuela. En el resto del mundo tenemos casos como el de China o Irán.

Un gobernante que ejerce la censura o prohíbe y castiga la mención de opiniones en su contra convierte a su gobierno en un estado tiránico y aborrecible. Aunque solo sea por esta única razón.

Existen otros casos en los cuales teóricamente existe libertad de expresión en la sociedad. Tal es el caso de mi país. Sin embargo esta libertad de expresión no es irrestricta, como debería serlo, y como en tantos otros países, se encuentra secuestrada por el dinero y el poder de monstruos corporativos que le imponen sus reglas a los grandes medios de comunicación que monopolizan la opinión pública.

Wednesday, May 27, 2009

sobre la cuestión de las drogas

William S. Burroughs

Según mi forma de ver las cosas, el Estado ideal sería uno que gobernara lo menos posible. Un gobierno compuesto por funcionarios eficientes y honestos, en oposición a la mezcla de oligofrénicos incompetentes y gangsters que componen la clase política de mi país. Si tan sólo los políticos pudieran ser capaces de reunir esas dos cualidades (no es mucho pedir ¿O si?) eso sería suficiente para mí.

Por supuesto, la cuestión no se limita a culpar al gobierno por todos los males de la sociedad y a quejarse del IQ de nuestros políticos. Los ciudadanos también tienen sus respectivas tareas y son los responsables de tener el gobierno que tienen.

No creo que sea tarea del gobierno el meterse con lo que sus ciudadanos hacen en su esfera privada. No creo en los gobiernos paternalistas que pretenden legislar y castigar lo que sus ciudadanos hacen en su ámbito privado.

Tomemos por ejemplo la cuestión del uso de las drogas y la histeria mediática y el repudio generalizado hacia su consumo. En lo personal, cuestiono el legítimo derecho que tiene el gobierno para penalizar lo que un individuo libre le hace a su propio cuerpo en pleno uso de sus facultades intelectuales.

La libertad es para mí el bien más preciado que posee un individuo y dicha libertad es -o debería ser- absolutamente irrestricta mientras el uso que el individuo haga de su libertad no afecte a un tercero de alguna forma. Es aqui donde la libertad termina o por lo menos se ve limitada.

Siendo así ¿En donde esta el delito a perseguir cuando se habla de una persona que consume drogas? ¿En donde esta el daño que esta cometiendo hacia un tercero? ¿No es cierto que todos los posibles daños son perpetrados única y exclusivamente hacia su persona?

Si, es cierto. Las drogas no son inocuas. Son peligrosas. Es aqui donde debería entrar el principal papel del gobierno en esta cuestión: impartir educación de calidad e informarle a sus potenciales consumidores, los riesgos a los que se exponen al hacer uso de las drogas. Y con esto me refiero a educación de calidad e información veraz y realista en relación a las drogas, y no la basura propagandística y la desinformación absoluta de la que estan compuestas en su mayor parte las campañas políticas que abordan el tema.

Por un lado, gran parte de la histeria y el rechazo que despierta el tema en la sociedad esta basado en información falsa, tendenciosa o en simple y llana ignorancia total del tema.

El consumo de drogas conlleva riesgos que todos conocemos -el abuso, la adicción, la muerte- y dicho riesgo va en función de la droga de la cual se hace uso. Si el gobierno esta obligado a algo es a informar y educar a su población.

Por otro lado, en la actualidad, el problema de las drogas es principalmente explotado por los gobiernos con el fin de autopromocionarse y hacerse ver ante la opinión pública como los heroes que salvarán a la sociedad del supuesto peligro mortal que representa el narcotráfico para su existencia. Lo cual es otra mentira. El narcotráfico ha existido siempre. Existe ahora a pesar de las inútiles y costosísimas campañas gubernamentales en su contra. Y seguirá existiendo en el futuro mientras haya una sola persona en la calle que este dispuesto a comprar droga.

Si de verdad pretende combatirse el tráfico y consumo de las drogas debe hacerse comenzando desde la base de la pirámide - que es el adicto de la calle- y dejar de lado las cacerías tan espectaculares como inútiles hacia los grandes capos. Dichas cacerías no tienen otro propósito que promocionar a los gobiernos que las emprenden. Su eficacia real es nula. Al día siguiente que un gran capo del narcotráfico es capturado su lugar es tomado por alguien más. Eso es algo sabido por todos o debería serlo, ya que es una cuestión de sentido común.

Y con empezar con el adicto de la calle no me refiero a perseguirlo, estigmatizarlo y confinarlo en la carcel hasta el fín de sus días, sino en rehabilitarlo. El resto de la población tiene el derecho de ser informada verazmente por su gobierno pero también tiene la ineludible responsabilidad de informarse por su cuenta al respecto, y en base a eso decidir si va a consumir drogas o no.

Una población sumida en la ignorancia esta condenada a vivir bajo el yugo de gobiernos incompetentes o despóticos. Los gobiernos paternalistas solo funcionan en sociedades desinformadas que carecen del criterio para tomar decisiones por sí mismas. Dichas sociedades se ven en la triste necesidad de delegar esa responsabilidad a sus gobernantes. Y esta fórmula es una garantía de desastre.

La penalización del uso de las drogas me parece una intrusión inadmisible del gobierno en la libertad de sus ciudadanos.

Thursday, May 21, 2009

la doctrina del shock



La doctrina del shock es el título del último libro de Naomi Klein, autora canadiense que alcanzó la celebridad en la decada de los 90 gracias a la publicación de No logo, una obra que terminó convirtiendose en uno de los pilares ideológicos del llamado movimiento altermundista.

En esta nueva obra, Klein aborda los mecanismos de los que se sirven los gobiernos del mundo para imponer ideologías dañinas o cambios radicales en sus poblaciones. La tesis de Klein afirma que para lograr que estos cambios sean aceptados o llevados a la práctica, el gobierno suele aprovechar periodos de gran inestabilidad social o servirse de factores distractores que obliguen a la población a mirar a otro lado mientras los verdaderos cambios se están llevando a cabo. De esta forma, para cuando la población se da cuenta del desastre ocurrido es demasiado tarde para reaccionar o hacer algo al respecto.

Los gobiernos del mundo se han servido de este tipo de prácticas desde tiempos inmemoriales.

En su faceta más amigable e "inofensiva" por decirlo de alguna forma, los gobiernos suelen aprovechar noticias o sucesos irrelevantes para desviar la atención pública e imponer grandes e impopulares cambios en la sociedad. En otros casos el estado puede llegar incluso a inventar dichas historias para mantener a la población distraida en otras cuestiones.

La variedad de posibles distractores de los que puede servirse el gobierno es infinita. Por nombrar un ejemplo relativamente reciente de mi país podemos tomar el patético episodio de la histeria colectiva causada por el "chupacabras". Cualquiera que viva en este país lo recuerda, y para aquellos que no están familiarizados con la historia, basta decir que resulta algo tan ridículo y vergonzoso que no tengo la intención de narrar la historia.

Los gobiernos suelen utilizar otros métodos con el fin de ocultar la implantación de cambios dañinos en la sociedad o de disimular su incompetencia. Para tal fin suelen exagerar la peligrosidad de ciertos "enemigos públicos" o bien crear supuestas amenazas terribles con el fin de mantener a la población sumida en el terror.

Tomemos el ejemplo del gobierno de los Estados Unidos de Ámerica, quien a lo largo del siglo XX utilizó sucesivamente al comunismo soviético, el narcotráfico latinoamericano y en fechas más recientes al terrorismo islámico para lograr este fin.

El objetivo de esta estrategia es simple: Cuando se mantiene a la población permanentemente atormentada por el miedo a supuestos enemigos que amenazan la estabilidad e incluso la existencia de la sociedad se logra que todo cambio local parezca trivial e insignificante. La opinión pública permanece constantemente distraida ante el supuesto peligro que representan las amenazas que el gobierno pone delante de sus ojos, permitiendole a éste el desviar la atención de los verdaderos problemas sociales y la incompetencia e incapacidad del estado para resolverlos.

Por otro lado, la creación gubernamental de siniestros enemigos de la sociedad permite que múltiples sectores de la población se unan con la esperanza de crear un frente común y más poderoso para enfrentar la temible amenaza que se cierne sobre ellos. De esta forma se promueve el tan dañino patriotismo y se exalta el orgullo nacional, que erroneamente termina identificandose con la necesidad de alinearse a los mandatos del gobierno que supuestamente lo representa.

El miedo es el principal aliado de los gobiernos despóticos e incompetentes.

El gobierno de mi país ha utilizado como el principal y casi único argumento a su favor sus supuestos logros en la "gran guerra contra el narcotráfico". De esta forma pretende desviar la atención pública de la corrupción e incompetencia que ha caracterizado la administración del actual presidente desde el día que asumió el mando.