"La sociedad inventa una lógica falsa y retorcida para absorber y canalizar el comportamiento de la gente que se encuentra fuera de los cánones mayoritarios"
- TRAINSPOTTING -
Irvine Welsh
Cuando cierta conducta o postura se sale de lo normal y comienza a resultar desagradable a la sociedad, esta caricaturiza esa conducta, o la introduce como una conducta socialmente aceptable mediante la modificación de ciertas cosas. Esa modificación, usualmente consiste en la utilización exclusiva de la imagen, desprovista de todo su posible fondo ideológico. De esta forma, y por poner un ejemplo, el ché Guevara queda reducido a una mítica fotografía estampada en millones de camisetas, cuyos portadores nunca llegan a saber quien fue el ché o cual fue la causa que defendió. Mientras la fotografía luzca bien, todo eso sale sobrando. Lo que importa, es que de una forma u otra, todo aquello que represente una transgresión, sea asimilado por las masas como un simple objeto de consumo, que carezca de cualquier significación política o ideológica. Como es el caso de una fotografía sin mayores explicaciones, estampada en el frente de una camiseta.
Se trata de una eficiente forma de neutralizar las manifestaciones de la contracultura: Volverlas inofensivas y huecas ante la mirada de las masas.
Otro ejemplo es la adopción reciente de los elementos visuales de la cultura punk por parte de la cultura pop. En los videos musicales, vemos en pantalla a una adolescente que en apariencia es visualmente indistinguible de una punk británica de finales de los setenta, y permanecemos sin notar la diferencia, hasta que prestamos atención a la letra de su canción. Ella no cuestiona el orden social establecido ni compara a la monarquía inglesa con un régimen fascista. Mucho menos convoca a la anarquía social y al derrocamiento del Estado. Solo se limita a quejarse amargamente porque sus padres no le compran un nuevo teléfono celular, o porqué le negaron el permiso para ir a la fiesta del sábado por la noche. Es decir, ella parece una punk, su música incluso también suena como música punk (endulzada con tintes pop para su consumo masivo, por supuesto) y al igual que en el punk, hay quejas en las letras de sus canciones. Solo que las ideas y argumentos, detrás de las quejas de las auténticas canciones punk, han sido convenientemente desechadas y sustituidas por estupideces.
Los ejemplos siguen y siguen. La lista sería interminable. Quizá el ejemplo mas reciente y vergonzoso que se me ocurre, es el de la deformación absoluta que últimamente ha sufrido el significado de la palabra "rebelde", a causa del éxito (Inexplicable) de una telenovela patética dirigida a retrasados mentales. Resulta triste que una palabra tan fuerte de nuestro vocabulario (Un adjetivo que solo debería estar reservado para gigantes de la humanidad de la talla de Gandhi, Martin Luther King o H.D. Thoreau) sea ahora mas empleada para referirse a un puñado de adolescentes imbéciles, que a los auténticos rebeldes de la historia.
Para adaptar todo aquello que pueda considerarse subversivo, a los estandares de lo "socialmente aceptable" y "políticamente correcto", solo basta con glorificar la imagen y desechar las ídeas.
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