Hace 12 años, por estos días, el mundo se enteraba del suicidio de Kurt Donald Cobain.
Su muerte fue una verdadera tragedia para la música. Una tragedia quizá solo comparable, a la del asesinato de John Lennon, en 1980.
Kurt Cobain fue uno de esos raros artistas que no aparecen en el mundo, sino después de un largo tiempo de sequía. Un artista en el verdadero y extenso sentido de la palabra. Probablemente, la mas grande contribución que Kurt Cobain le legó al mundo, es el recordarle que por encima de todo, el atributo mas importante que debe ostentar el arte es la honestidad. El fue la prueba viviente de que el arte auténtico y honesto, nunca necesita de la ayuda de poses o pretensiones innecesarias para ser devastador.
Existen muy pocos artistas que tengan la capacidad de expresar sentimientos como la rabia, la melancolía o la deseperación, con la suficiente honestidad y talento, como para que el resultado final no suene falso o artificial. Supongo que resulta mucho mas fácil ubicarse en el lado luminoso del mundo, que sumergirse en el lado oscuro, y encima de eso, tener la suficiente fuerza para describirlo. Lo que hizo Kurt Cobain, fue el describir el dolor a través de la música, en una de las formas mas honestas y desgarradoras en que se haya hecho hasta ahora.
La música de Nirvana es una de esas pocas cosas que producen un impacto y una identificación inmediata. Uno nunca olvida los gritos desgarradores de Kurt Cobain, una vez que los ha escuchado. Yo era un niño de 9 años, y aún recuerdo la primera vez que ví en la TV, el video de Smells Like Teen Spirit. Recuerdo la hora del día y el lugar exacto. Son muy pocas las cosas con la suficiente fuerza como para producir un efecto similar.
Siempre quedará la duda, de cuantas canciones mas podrían haber salido de la mente de Kurt, si no hubiera tomado la decisión que tomó en Abril de 1994. Quizá sea inútil el lamentarse. Después de todo, esas canciones ya no podrán ser escuchadas por nadie. Y nunca mas vendrá alguién que pueda componerlas en sustitución de Kurt. Eso es definitivo e irremediable. Con lo único con lo que podemos conformarnos, es con seguir tocando por el resto de nuestras vidas, los discos en nuestros armarios, ya desgastados por tanto uso, que Kurt Cobain nos dejó.
Se le recordará y extrañará por siempre.
I'm not like them
But I can pretend
The sun is gone
But I have a light
No comments:
Post a Comment