Friday, August 29, 2008

Have you ever feel down?


En la decada de los 90 un músico ingles genial llamado Richard Ashcroft escuchó un viejo y olvidado disco de partituras inspirado en música de los Rolling Stones. Agregó letras a la pieza inspirada en "The Last Time" y creó una de las canciones mas memorables de todos los tiempos. No es necesario mencionar a que canción me refiero.


'Cause it's a bittersweet symphony this life

Trying to make ends meet, you're a slave to the money then you die

I'll take you down the only road I've ever been down

You know the one that takes you to the places where all the veins meet, yeah

No change, I can't change, I can't change, I can't change, but I'm here in my mold , I am here in my mold

But I'm a million different people from one day to the next

I can't change my mold, no, no, no, no, no

Well, I've never prayed,

But tonight I'm on my knees, yeah

I need to hear some sounds that recognize the pain in me, yeah I let the melody shine, let it cleanse my mind ,

I feel free now But the airwaves are clean and there's nobody singing to me now

No change, I can't change, I can't change, I can't change, but I'm here in my mold , I am here with my mold

And I'm a million different people from one day to the next

I can't change my mold, no, no, no, no, no(Well have you ever been down?) (I can't change, I can't change...)(Ooooohhhhh...)

'Cause it's a bittersweet symphony this life

Trying to make ends meet, trying to find some money then you die

I'll take you down the only road

I've ever been down

You know the one that takes you to the places where all the veins meet, yeah

You know I can't change, I can't change, I can't change, but I'm here in my mold, I am here in my mold

And I'm a million different people from one day to the next

I can't change my mold, no,no,no,no,no

I can't change my mold, no,no,no,no,noI can't change my mold, no,no,no,no,no

(It justs sex and violence melody and silence)

(It justs sex and violence melody and silence)

(I'll take you down the only road I've ever been down)

(It justs sex and violence melody and silence)

(I'll take you down the only road I've ever been down)

(Been down)

(Ever been down)

(Ever been down)

(Lalalalalalaaaaaaaa...)

(Ever been down)

(Ever been down)

(Have you ever been down?)

(Have you ever been down?)

(Have you ever been down?)

Monday, August 18, 2008

"Estimada Iglesia Católica, Apostólica y Romana:"



"La Puta de Babilonia", libro de reciente aparición, es probablemente la crítica más violenta que he leído en contra de la Iglesia Católica. Su autor es Fernando Vallejo.

Recomendable para aquellos que quieran darse una idea de la infinita cantidad de crímenes que ha cometido la "Santa Iglesia" a lo largo de los mil ochocientos años de su dañina existencia, en este libro se narran por igual la inagotable lista de atrocidades cometidas por los Papas, como los horrores de la evangelización, la quema de brujas, la "Santa" Inquisición y los fraudes y mentiras que condujeron a la ascensión de los Papas en Roma (La Donación de Constantino)

El odio que transpira el libro es tan palpable que algunos podrán objetar que un libro tan virulento necesariamente pierde objetividad. Quizá. Pero al terminar de leerlo uno se pregunta si es posible evitar sentir asco y desprecio por una Institución que a lo largo de la historia no ha hecho otra cosa que intentar frenar por todos los medios imaginables el conocimiento humano. No se puede perdonar a una Institución que ha derramado tanta sangre.

A continuación cito el primer parrafo del libro. En el esta dicho el resto.


"LA PUTA, LA GRAN PUTA, la grandísima puta, la santurrona, la simoníaca, la inquisidora, la torturadora, la falsificadora, la asesina, la fea, la mala; la del Santo Oficio y el Índice de Libros prohibidos; la de las Cruzadas y la noche de San Bartolomé; la que saqueó Constantinopla y bañó de sangre a Jerusalén; la que exterminó a los albigenses y a los veinte mil habitantes de Beziers; la que arrasó con las culturas indígenas de América; la que quemó a Segarelli en Parma, a Juan Hus en Constanza y a Giordano Bruno en Roma; la detractora de la Ciencia, la enemiga de la verdad, la adulteradora de la historia; la perseguidora de judíos, la encendedora de hogueras, la quemadora de herejes y brujas; la estafadora de viudas, la cazadora de herencias, la vendedora de Indulgencias; la que inventó a Cristoloco el rabioso y a Pedropiedra el estulto; la que promete el reino soso de los cielos y amenaza con el fuego eterno del infierno; la que amordaza la palabra y aherroja la libertad del alma; la que reprime a las demás religiones donde manda y exige libertad de culto donde no manda; la que nunca ha querido a los animales ni les ha tenido compasión; la oscurantista, la impostora, la embaucadora, la difamadora, la calumniadora, la reprimida, la represora, la mirona, la fisgona, la contumaz, la relapsa, la corrupta, la hipócrita, la parásita, la zangana; la antisemita, la esclavista, la homofóbica, la misógina; la carnivora, la carnicera, la limosnera, la tartufa, la mentirosa, la insidiosa, la traidora, la despojadora, la ladrona, la manipuladora, la depredadora, la opresora; la pérfida, la falaz, la rapaz, la felona; la aberrante, la inconsecuente, la incoherente, la absurda; la cretina, la estulta, la imbécil, la estúpida; la travestida, la mamarracha, la maricona; la autocrática, la despótica, la tiránica; la católica, la apostólica, la romana; la jesuítica, la dominica, la del Opus Dei; la concubina de Constantino y de Justiniano, de Carlomagno; la solapadora de Mussolini y de Hitler; la ramera de las rameras, la meretriz de las meretrices, la puta de Babilonia, la impune bimilenaria tiene cuentas conmigo desde mi infancia y aqui se las voy a cobrar"

la aldea global


"Es preciso que todo cambie para que todo permanezca igual"

- El Gato Pardo -

Giuseppe Lampedusa


El término "aldea global", utopía de los sociologos, es el predecible destino de la humanidad. Vivimos ya muchas de sus consecuencias. Los optimistas y los líderes de los monstruos corporativos gustan de definirla como un mundo homogeneo que sintetizará todos los espectros de la civilización humana. La fusión final de las culturas. La supuesta sublimación del espiritú colectivo. El fin de las diferencias.

Aun no se si la idea es prometedora o aterradora. Al final no importa. Todo indica que lel proceso de la globalización es inevitable y de poco sirve ponerse a reflexionar sobre sus posibles virtudes y defectos. Lo único que queda es prepararse.

Para el primer mundo, la globalización no es un proceso traumático y doloroso de imprevisibles consecuencias. No representa una ruptura o pérdida de sus valores y de su cultura, sino la imposición de sus valores al resto del mundo. Es simplememente el siguiente paso lógico en su desarrollo. Su crecimiento natural.

Para el tercer mundo en cambio, la globalización representa el advenimiento de un cisma. Es el paso a través de un proceso violento del cual predeciblemente no saldrá bien librado. La globalización no representa una oportunidad de progreso o de igualar su calidad de vida con el primer mundo, sino la aceptación final de su derrota en la carrera del capitalismo. Indiscutiblemente no tendrá el mando en la "aldea global". La aldea global no será democrática. Es bastante obvio que los dueños del capital serán los que tomen todas las decisiones. Como lo ha sido siempre. Aceptar la globalización por tanto será una condena. Será el aceptar la perpetuación eterna de la abnegación y el sometimiento. La globalización es un contrato de esclavitud.

Esta fusión de las culturas que tan maravillosamente suena en primera instancia es otro engaño. No será una fusión. No será la busqueda final, la sintesis de lo mejor de cada una en favor de un todo. Por el contrario, será una depuración. Todo aquello que no sirva a los intereses de los monstruos corporativos capitalistas será desechado. Todo lo que no produzca será desechado. Todo aquello que se desvíe de los modelos impuestos y aprobados por los dueños del capital será desechado. No puede ser de otra forma. Regirán en las culturas las mismas leyes que rigen la evolución de los seres vivos. Selección artificial. Selección social. Adaptarse o morir.

Todos están invitados a participar en la aldea global. Pero no hay duda de quien llevará el mando. Será el primer mundo el que imponga sus reglas, valores y cultura a los demás. Serán ellos los que posean el monopolio de las opiniones que cuentan. La supuesta democracia de la aldea global cumplirá con la función de aparentar que todas las voces serán escuchadas. Pero al final serán los mismos los que tomen la decisiones.

Las ricas y pintorescas culturas del tercer mundo pasarán a ocupar vitrinas bajo llave en el vasto museo del pasado. El pasado del tercer mundo no será la raiz del patio trasero que ocupen en la aldea global. Sino una abstracción tan inútil e improductiva como un cuento infantil.

La globalización es un proceso demasiado complejo y como tal puede analizarse desde múltiples enfoques. Analizar la globalización desde el enfoque económico es algo particularmente deprimente para un ciudadano del tercer mundo. La globalización económica esta impulsada por las corporaciones transnacionales del primer mundo, esos monstruos inatacables y anónimos que carecen de un rostro visible que de la cara por las terribles consecuencias de sus acciones. Las debiles economías del tercer mundo no tienen nada que hacer en contra de la depredación e infiltración de las transnacionales en sus sociedades.

La aldea global no representa ninguna esperanza ni nada nuevo para mí. Es simplemente un gigantesco WalMart de escalas planetarias en el cual los puestos del gerente y de los empleados siguen siendo ocupados por las mismas personas de siempre.

Thursday, August 14, 2008

"La verdad los hará libres"






"La verdad los
hará libres."



Juan 8:31-32



En la breve historia de este blog, esta es la primera ocasión que cito un versículo de la Biblia como una reflexión que considero verdadera y útil para el progreso humano.

La pobreza es una consecuencia de la falta de educación. La falta de educación es una consecuencia de la pobreza. De ahí que resulte tan complicado romper con el círculo vicioso de la miseria.
Con algunas contadas excepciones, en el tercer mundo, la impartición de educación de calidad no es una prioridad del gobierno. Por esta razón, no resulta una casualidad que los gobiernos de los países del tercer mundo sean frecuentemente corruptos e ineficaces, llegando en ocasiones a ser autenticas dictaduras. Para que esta clase de gobiernos prosperen es una condición absolutamente necesaria que sus pueblos se encuentren sumidos en la pobreza y en la falta de oportunidades. La ignorancia por otro lado evita que los pueblos despierten de su letargo y le exijan a sus gobiernos la legítima defensa de sus derechos.
En el momento en el que escribo estas líneas me encuentro en un remoto pueblo enclavado en la sierra del estado de Querétaro, México, haciendo mi servicio social de Medicina. Para llegar hasta donde me encuentro es preciso atravesar un largo camino de terracería a cuyos bordes se extienden grandes desfiladeros. Los 6 meses que llevo aquí me han servido para comprobar algo que todo mundo sabe: México es un país pobre y su población se encuentra tristemente sumida en una profunda ignorancia.
¿Hasta que punto es correcto inculpar al gobierno por la ignorancia de su pueblo? Sin duda, la ineficacia de su sistema educativo es en gran parte responsable. Por el otro lado, el pueblo no se encuentra exento de culpa.
Me pregunto de que forma es posible que un pueblo que se encuentra sumido en la ignorancia es capaz de progresar. Por más que lo pienso, creo que no existe forma alguna.
Me entristece observar como a la gente supuestamente alfabetizada de estas comunidades le cuesta un enorme esfuerzo escribir su propio nombre. Me entristece que no conozcan las más elementales reglas de ortografía al grado de no poder escribir correctamente ni siquiera su propio nombre.
¿Es realmente un ciudadano alguien que no sabe leer ni escribir y que para firmar un documento debe conformarse con estampar su huella digital o garabatear a duras penas una cruz? La democracia es una mera farsa cuando la inmensa mayoría de los habitantes de un pueblo no participan en las grandes decisiones del país por la simple razón de no poder comprender un texto o articular, exponer y plasmar sus ideas un papel.
Un pueblo sumido en la ignorancia no vive en democracia. Por el contrario, vive en una democracia facticia en la cual debe conformarse con seguir las órdenes de sus gobiernos y ser apacentado como un rebaño.
Me pregunto de que sirve que los niños y adolescentes de esta comunidad acudan al Kinder, la primaria y la preparatoria, si al salir de ella, la gran mayoría de los hombres emigra a los Estados Unidos a trabajar como peones de segunda clase en los campos de Florida y la gran mayoría de las mujeres se dedica de inmediato a la apremiante tarea de conseguirse un esposo a toda costa.
Me entristecen y repugnan en partes iguales los prejuicios culturales que el propio pueblo se ha impuesto por generaciones. Me asquea la actitud mediocre y derrotista que se imponen las personas de este país durante toda su vida. “Somos pobres, así ha sido siempre y así lo seguirá siendo. No hay nada que podamos hacer para cambiarlo”. “Nuestra pobreza es culpa del gobierno”. “No tiene ningún caso que las mujeres estudien. Las mujeres sirven para casarse y tener hijos ¿De que sirve que acudan a la escuela?”, “Mi señor no me da permiso de salir a la calle”, “Mi señor no quiere que salga por las tardes a caminar porque cuando llega no hay tortillas en el comal”, “No voy a entrar a la secundaria. ¿Para que? La escuela me aburre”.
¿Cómo es posible entonces evitar que el gobierno de un pueblo con esta mentalidad se caracterice por ser corrupto e ineficaz? ¿Cómo evitar entonces que el gobierno se convierta en el albergue de burócratas ineptos, demagogos , ladrones e imbéciles?
A lo largo de la historia, los grandes avances de la humanidad han sido impulsados, con contadas excepciones, desde los núcleos intelectuales de la sociedad. Es decir, desde las universidades, las academias científicas y los centros de debate e intercambio de ideas.
Un pueblo ignorante que carece de aspiraciones y desprecia la educación y la cultura esta condenado a continuar eternamente en la pobreza.

Friday, August 08, 2008

la sabiduría de Maquiavelo



“Política: Conflicto de intereses disfrazado de lucha de
principios.”

- Diccionario del Diablo -
Ambrose
Bierce

“La política es el arte de obtener el dinero de los ricos y
el voto de los pobres con el pretexto de proteger a los unos de los otros”
"La política es el arte de servirse de los hombres haciéndoles creer que se les sirve a ellos"
Louis Dumur
Si el partido principal, sea el pueblo, el ejército o la nobleza, que os parece más útil y más conveniente para la conservación de vuestra dignidad está corrompido, debéis seguirle el humor y disculparlo. En tal caso, la honradez y la virtud son perniciosas.

"El Príncipe"
-Maquiavelo -
*


Hasta el día de hoy, la Biblia de todo político que se precie de conocer bien su profesión sigue siendo un texto italiano publicado en 1513 titulado “El Principe”. Dicho libro es una obra maestra del intelecto humano y su autoría corresponde a Nicolás Maquiavelo. Desde el momento de su publicación y aún hasta nuestros días el libro goza de mala fama y un aura oscura, al grado de haber sido necesario el acuñamiento de un adjetivo propio para describir lo que el texto representa. El término “maquiavélico” sigue siendo hasta nuestros días un sinónimo para designar la falta absoluta de escrúpulos en el ejercicio del poder. Uno de los conceptos más influyentes del libro y probablemente el más arraigado en la conciencia colectiva es aquel que dice que el fin justifica todos los medios.
Sin embargo Maquiavelo no fue un ser oscuro y perverso, y no es el creador de una ideología propia. Lo único que hizo fue plasmar sin adornos el funcionamiento del poder, usando como inspiración su amplia experiencia como consejero en las diferentes cortes del convulso panorama político de las ciudades estado italianas del siglo XV. Su libro esta dedicado a Cesar Borgia, uno de los más recordados personajes que nos legó esa época.
Borgia, al igual que su hermana Lucrecia y su padre, el Papa Alejandro VI, goza actualmente de una mala fama, en su mayor parte bien merecida, y se le suele usar como un perfecto ejemplo del político desalmado y carente de escrúpulos que es capaz de mentir, sobornar, destruir y asesinar a cualquier adversario político que ose interponerse en su camino con el fin de mantener su poder.
El escándalo que causó el libro es bastante comprensible. Maquiavelo dijo en repetidas ocasiones que su texto no pretendía ser en absoluto una guía de moral sino un compendio de métodos y consejos para aquel político que deseara obtener y conservar el poder. No fue un hombre siniestro sino un brillante observador de la realidad con el suficiente valor e inteligencia para plasmar por primera vez los verdaderos mecanismos del poder.
Hasta antes de Maquiavelo aún se creía ingenuamente que el ejercicio de la política y la función publica iban inextricablemente unidas a la defensa de elevados ideales morales. Maquiavelo le abrió los ojos al mundo al refutar esa falsa concepción de la política. Aquel político que aspirarara a llegar al poder y mantenerlo debía ser inteligente, frío, calculador y debía estar preparado para mentirle al pueblo, traicionar a sus amigos y destruir por todos los medios –llegando incluso al extremo del asesinato- a sus adversarios. Maquiavelo le designó a este modelo de político ideal su propio término: “Príncipe”.
Libros van, libros vienen. Ideologías van, ideologías vienen. Pero la obra de Maquiavelo es inmune al paso del tiempo y sigue conservando intacta la misma vigencia y validez que tenía el día que se publicó.
La política no es tierra fértil para elevados principios morales. Por el contrario, es el terreno en el cual algunas de las mas bajas y repugnantes facetas del ser humano salen a flote. No puede ser de otra forma. La política consiste básicamente en el arte de obtener el poder. Para obtenerlo, el ser humano es capaz de cualquier cosa imaginable. Para justificar toda la inmundicia y pestilencia que emanan del ejercicio de la política es preciso disfrazarla de una elevada lucha de ideales y principios que tienen como único fin obtener el bienestar del pueblo. En la realidad, el poder corrompe al político a grados inimaginables, y toda esta palabrería vacía es solo un intento desesperado por ocultarle al pueblo las injustificables acciones en las que continuamente esta incurriendo.
La política de mi país por ejemplo, y para decirlo en términos simples, es en esencia una cloaca. El albergue de algunos de los más despreciables hombres y mujeres que caminan por nuestras calles.
Por un breve periodo de tiempo me entusiasmo la política. De cuando en cuando aparecen líderes políticos que parecen ser la excepción a la regla. Pero después de una decepción tras otra mi concepción de la política y de aquellos que la ejercen descendió hasta el lodo. Actualmente me considero apolítico y no me interesa nada que tenga que ver con ella. Esta actitud sin embargo no es sensata ni útil y es incluso peligrosa.
Es necesario separar los ideales de la realidad. Una cosa es decepcionarse por el estado actual de las cosas y estar concientes de que la política es en esencia el albergue de delincuentes legalizados. Otra muy diferente es atacar al sistema que tristemente los alberga y del que estos traidores se nutren y aprovechan, que es la democracia, uno de los más grandes triunfos del intelecto humano.
Yo creo sin reservas en la democracia. Creo que, si bien no es perfecta, es sin duda el mejor de los sistemas de gobierno con los que contamos.
Tristemente, la democracia en su concepción ideal parece estar destinada siempre a ser obstaculizada por la estupidez, la maldad y la corrupción inherentes al ser humano. El gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo que es lo que idealmente debería ser, termina siendo casi invariablemente el gobierno de unos cuantos maleantes que en vez de servir al pueblo que los colocó en donde están –en el supuesto de que los comicios electorales que ganaron hayan estado exentos de corrupción, cosa que también suele ser rara- se sirven de él en beneficio de sus intereses. En la práctica es el gobierno de unos cuantos a costa del pueblo.
De entre todas las cosas repugnantes en las que incurren los políticos, entre las que se cuentan el enriquecimiento ilícito a costa del erario público, el tráfico de influencias, la prepotencia, la impunidad o la sarta de promesas vacías y mentiras que le dicen al pueblo, especialmente en tiempos electorales, la peor de todas a mi manera de ver las cosas, es minar la confianza de la gente en las instituciones democráticas mediante el ejemplo de sus acciones.
La democracia es frágil. El ejemplo de una sola manzana podrida puede provocar que una persona pierda la confianza en ella. Sin embargo, aquel que duda de la democracia por el ejemplo de un ser humano corrompido esta incurriendo en un error. La democracia es un gran triunfo y debe ser defendida a toda costa. Sin ella nos encontramos a la deriva y a merced de la aparición de todos esos sistemas políticos aberrantes del pasado que pueden reaparecer de nuevo en un abrir y cerrar de ojos. Ahí en donde la gente despreció a la democracia fue en donde pudieron florecer el régimen totalitario de la desaparecida Unión Soviética, el fascismo italiano o el Nacional Socialismo alemán del siglo XX.
La apatía política que caracteriza a la generación joven actual es perfectamente explicable pero no es justificable y es peligrosa. Permite que los gobiernos ineficaces y corruptos permanezcan tranquilamente en la impunidad, robando y enriqueciéndose a costa de la pobreza de su pueblo. En el peor de los casos, la apatía política es también la condición que permite que la democracia se debilite lenta y gradualmente, hasta el grado de desaparecer y ser suplantada por regímenes aberrantes. Los historiadores de Europa saben perfectamente que la apatía política que Alemania arrastró durante siglos fue lo que eventualmente produjo la ascensión de Hitler.
La democracia es frágil. Se obtiene a costa de enormes esfuerzos y se pierde en un instante. Y una vez que se pierde puede abandonarnos para siempre. De ahí por ejemplo que la actual situación política de Europa sea tan peligrosa y delicada.
Es necesario mantenerse informados. Solo así podemos castigar la corrupción y exigirle a los políticos que cumplan con el trabajo que la democracia les exige. De otra forma la supuesta democracia en la cual vivimos no dejar de ser más que una caricatura y un refugio de delincuentes.

**

Por supuesto, la excepción confirma la regla. No todo el panorama es negro y la historia nos demuestra que la política si puede ser compatible con la defensa de elevados ideales. Aún cuando esto suceda casi por error y con muy poca frecuencia.
Quizás el ejemplo más notable lo encontramos al examinar la vida de uno de los hombres más ilustres y dignos de admiración que han caminado por el mundo desde que el hombre es hombre: Mohandas Karamchand Gandhi, mejor conocido como el Mahatma Gandhi, el “alma grande” de la India.

De el, Albert Einstein, otro gigante de la hmanidad, dijo lo siguiente:




“Las generaciones del porvenir apenas creerán que un hombre
como éste caminó la Tierra en carne y hueso”.

Saturday, August 02, 2008

la homosexualidad NO es una enfermedad


Antes de entrar en materia consideré apropiado incluir estas imagenes en las que estos genios anónimos del humorismo involuntario exponen orgullosamente ante el mundo entero el alcance de su prodigiosa inteligencia. Resultan particularmente ilustrativas pues nos demuestran que las posibilidades que el ser humano tiene de hacer el ridículo son practicamente ilimitadas.

Después de una desagradable discusión que tuve esta semana al respecto, he estado pensando en ese tema después de mucho de no hacerlo. Es triste el saber que aún en esta época aún siguen existiendo personas que creen que la homosexualidad es una enfermedad, una aberración y que es un pecado mortal que condena a aquel que incurre en ella a pudrirse en lagos hirvientes en el infierno.


Hace un tiempo sentía repulsión e ira en contra de las personas homofóbicas. Un sentimiento que me inspiraban por igual los homofóbicos, los racistas o los fanáticos religiosos. Con el tiempo mi actitud hacia ellos fue cambiando del odio a la lástima. Al final de cuentas van por la vida exponiendose a un continuo rídiculo ante toda persona medianamente racional, esgrimiendo argumentos dogmáticos embuídos de ignorancia y estupidez, y odiando a media humanidad sin saber realmente porqué. Siento lástima por ellos y lo digo sinceramente.


La discusión giró en torno a si la homosexualidad es "natural" o no lo es. Y lo que realmente me deprimió es que mi interlocutora fue una mujer inteligente que sin embargo no ha podido superar la barrera de los prejuicios que los padres le vienen inculcando a sus hijos desde tiempos inmemoriales.


Ella es católica y como tal cree que la homosexualdad es una aberración y un pecado. Yo soy ateo y creo que la homosexualidad ni es una aberración ni un pecado, sino una faceta más de la naturaleza humana.


El ser humano se distingue del resto de los animales unicamente por poseer una inteligencia superior y capacidad de raciocinio. El amor es una invención humana. Quizá la mas maravillosa de sus invenciones. Y el ser humano se interrelaciona con otro ser humano buscando amor y afecto. La sexualidad como tal es una de tantas formas de expresarle amor a otra persona (Lamentablemente la sexualidad también puede ser usada para causarle terror a otra persona como es el caso de una violación, pero eso es otra historia) Para mi entonces, resulta indiferente si ese amor es compartido por personas de generos opuestos o del mismo sexo.


"Pero es que el fin del sexo es la procreación" decía mi amiga (Al final de cuentas no deja de ser mi amiga aún cuando tengamos formas de pensar abismalmente diferentes en algunas cuestiones) Yo le contestaba que si, que el fin de la sexualidad es la procreación, pero que no es ni por mucho la única función que esta cumple. Por lo menos no en nuestra especie. El pensar que la sexualidad en el ser humano tiene como unico y exclusivo propósito la reproducción equivale a ignorar completamente la cualidad más valiosa que posee: su inteligencia.


Creo que la vida es muy breve para desperdiciarla odiando a otros sin razón. No recuerdo quien lo dijo. El odio es como una pesada bolsa repleta de ladrillos. Le causa penurias a aquel que la carga y entorpece su camino. Frena su avance. Cuesta creer que tantas personas elijan cargar toda su vida la bolsa en vez de simplemente dejarla en el piso y avanzar.