Ayer, circulando por las interminables calles de mi apocalíptica y querida ciudad, tuve la oportunidad de ver un camión de pasajeros con una gran inscripción en letras rosas: "Atenea, transporte exclusivo para mujeres".
Resulta deprimente que tengamos que llegar al extremo de separar a las mujeres del transporte regular por las constantes agresiones y ofensas de las que son víctimas por parte de los hombres.
La solución no es separar a las mujeres en los autobuses o confinarles vagones del metro para su uso exclusivo. La solución es terminar de una vez por todas con la ignorancia y estupidez de los hombres que insisten en agreder a las mujeres en la vía pública o en el ámbito doméstico. Lo mismo puede decirse con respecto a las penas que se le imputan a los violadores. La solución no es aumentar las penas hasta el límite de pedir la muerte del infractor. La solución es la educación. Lo que debemos tratar de evitar es que aparezcan violadores. No aumentar el castigo de los que aparecen.
No me malentiendan. Tengo mis razones para no creer en la pena de muerte, pero la violación es un asunto particularmente repulsivo para mí. Creo que es el peor acto que puede cometer un hombre y en mi opinión es aún más despreciable que el asesinato. Un violador es para mí la especie mas digna de desprecio y asco de todas las que habitan nuestro vasto zoológico humano. Tomando en cuenta la inmensa oferta que éste ofrece en ese campo, decir eso no es poco para mí.
Pero de poco sirve castigar al violador cuando este ya ha perpetrado su crimen y arruinado la vida de su víctima. Lo que debemos evitar por todos los medios es que se formen nuevas generaciones de hombres ignorantes que sean capaces de cometer violaciones en el futuro. Para cualquier persona medianamente educada y racional, la violación resulta un acto criminal y abominable.
En esta tarea comparten responsabilidad los dos géneros. Resulta más evidente en el hombre por supuesto, pero las mujeres también deben superar ciertos prejuicios e ideas estúpidas, como ese argumento imbécil y tan tristemente extendido que dice que las mujeres violadas no son víctimas sino culpables (¡¿?!) de su suerte por "provocar" a los hombres al vestirse de forma llamativa. Esta clase de estupideces propicia que los violadores permanezcan impunes e incluso racionalicen y justifiquen -aunque solo sea ante sus propia conciencia- sus acciones. Conozco a mujeres que defienden esta idea. Mujeres. Por razones de etiqueta y buenos modales he preferido evitar discusiones inútiles con ellas, tomando en cuenta que sería imposible hacer entrar en razón a una mujer tan increíblemente estúpida como para sostener una idea que sabotea su género y pisotea su propia dignidad.
Aqui debo dejar clara mi opinión: La mujer es libre de vestirse como le venga en gana. Y tiene el derecho de ser respetada en todo momento y lugar. El hombre que agrede, ofende o viola a una mujer es el único culpable de la acción. Responsabilizar a la mujer por ser víctima de una agresión o una violación equivale a culparla de la estupidez, ignorancia y maldad de su agresor, y esa es una idea incontrovertiblemente imbécil. ¿Existe de verdad alguien que se atreva a sostener esa aberración?
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