Saturday, December 08, 2012

el arte de las seis cuerdas y la amplificación

Tocar cualquier instrumento musical representa un reto y es un proceso complejo en sí mismo. La guitarra eléctrica es probablemente el instrumento musical más sensible de todos, y el conseguir un buen tono así como una buena técnica es un proceso que requiere talento pero sobre todo horas y horas de práctica. 
El tono musical en su sentido más simple se refiere a la propiedad del sonido que permite clasificarlo como agudo o grave de acuerdo a su determinada frecuencia. Sin embargo, definir el tono hablando de la guitarra eléctrica es algo mucho más complejo. Un ejemplo de un buen tono hablando en términos de una guitarra eléctrica es este, que es el que se obtiene mediante una Gibson Les Paul, una guitarra pesada, de caoba, con un diapasón de palo de rosa y micrófonos tipo "humbucker" conectada a un amplificador Dumble OverDrive de bulbos, uno de los amplificadores más caros que existen, ya que además de su increible calidad, Alexander Dumble, el ingeniero alemán que los fabricó hace unos años, solo hizo unos cuantos. El tono no es ni muy grave ni muy agudo. Un tono ideal se mantiene en las frecuencias medias. Este, por otro lado, es el ejemplo de un tono que provoca el deseo inmediato de lanzarse de un décimo piso o ingerir cianuro. 
Sin embargo el tono de la guitarra eléctrica depende de la guitarra y el amplificador, tanto como  de la ejecución de quien la toca.
Existen un número inmenso de variables que entran en juego en el tono de la guitarra. Existen amplificadores de bulbos y de bocinas. Los amplificadores Fender tienen fama de ser especialmente nítidos en el sónido acústico, mientras los amplificadores Marshall son famosos por manejar un gran volúmen y distorsión.
Las dos marcas de guitarras más famosas del mundo son Gibson y Fender, ambas estadounidenses.
Fender tiene a su vez dos modelos icónicos: la telecaster y la stratocaster. En cuanto a Gibson, son tres los modelos más conocidos y vendidos: la Les Paul, la SG y la ES-335.
Les Paul

 SG
ES-335
Epiphone Casino

Stratocaster

Telecaster
 
Cada guitarra suena completamente diferente la una de la otra. Se suele pensar que lo que marca la variación del sonido es solo el tipo de micrófono de la guitarra. Esto es cierto pero solo hasta cierto punto. Si bien existen infinidad de tipos de micrófonos (p90´s, humbuckers, minihumbuckers, superhumbuckers, strat single coils, tele single coils, jazzmasters singlecoils, lace sensors, etc...), quizá es incluso más importante el tipo de madera de la guitarra usada en el cuerpo y en el diapasón así como el modelo de la guitarra por sí mismo.
Un cuerpo construido con maderas pesadas como la caoba o el maple tiende a generar un tono más grave que el que se obtiene de una guitarra fabricada con maderas mas ligeras como el cedro y el arce. El grosor de la guitarra es otra variable. Asi, una Les Paul, siendo una guitarra gruesa, pesada y fabricada con caoba, genera un tono mucho más grave que una stratocaster o una telecaster, que son fabricadas con arce y cedro además de ser más delgadas.
La ES-335 es una guitarra semiacústica, lo cual le da un tono particularmente cálido. La Epiphone Casino, la guitarra que solía usar John Lennon, es completamente hueca, lo cual le da su tono particular. La SG es de caoba, pero es mucho más delgada que la Les Paul, lo cual le da un tono particularmente agresivo.
Incluso la madera del diapasón (La superficie donde se pisan las cuerdas) influye en el sonido. Los diapasones de palo de rosa (oscuros) influyen en el tono, diferenciandolo de un diapasón de maple (claro)
Finalmente, la variable más importante en el tono es la práctica de quien toca el instrumento.
Tocar una guitarra eléctrica es una forma de expresión intelectual solo hasta cierto punto. Es cierto que se deben aprender los acordes y las escalas, lo cual se lleva horas y horas de práctica. Sin embargo, cuando se llega a ese punto en el cual se toca de forma automática, sin tener que estar "recordando" la escala pentatónica del acorde de la pieza, el tocar la guitarra eléctrica es un acto puramente emocional. Esto es particularmente cierto cuando se improvisa en el blues. Un solo de blues nunca se ejecuta de la misma forma. El vibrato, que es una de las técnicas más importantes a la hora de tocar cualquier género es siempre distinto de un guitarrista a otro. El vibrato es la "huella digital" de un guitarrista. Es su sello. Es una técnica dificil de adquirir. Requiere tiempo y muchas horas. Cuando por fin lo obtienes, esa particular forma de hacer vibrar la cuerda y el sonido oscilante que produce es el sello más particular que un guitarrista puede tener.
La forma en que se "doblan" las cuerdas con el fin de elevar el tono de una forma continua también.
Existen pocas formas de expresión tan satisfactorias y catárticas como el tomar una ES-335. conectarla a un pequeño amplificador Fender de 15 watts, "buscar" el tono correcto y tocar improvisando durante una noche entera.

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