Si verdaderamente es cierto que el grado de civilización de una sociedad se mide por la forma en la que ésta trata a sus mujeres –y creo firmemente que en efecto, así es- entonces tristemente debemos aceptar que este país raya en la barbarie.
Los efectos más evidentes y espectaculares de la misoginia, el odio y la falta de respeto y valoración que cunde en este país con respecto a la mujer se ve reflejada en las escalofriantes cifras de feminicidios que año tras año colocan a México dentro de los primeros lugares de este vergonzoso ranking mundial. Pero no hay que perder de vista los pequeños detalles ni los sutiles mensajes que perpetúan y alimentan esta oleada de violencia y estupidez, ya que al final son estos los que terminan traduciendose en violencia a la mujer, violaciones y en el último de los casos, asesinatos.
Cualquiera que tenga la costumbre de seguir una o dos series de televisión a la semana en el horario estelar nocturno, muy probablemente ha tenido que ver y padecer esos asquerosos anuncios que ofrecen el envío de imágenes de mujeres desnudas o semidesnudas al celular con solo mandar un código. No tengo idea de cuanto cueste el servicio pero no creo que sea muy caro, y por la cantidad de spots comerciales que estas empresas se permiten mantener al aire en esos horarios televisivos, sospecho que debe ser un negocio extremadamente lucrativo.
Obviamente las imágenes que proporcionan estas empresas reducen a la mujer a un mero objeto sexual cuyo único objetivo y función es satisfacer la pupila del Neandertal que solicita el servicio. Lo que resulta francamente alarmante es el sutil mensaje entre líneas con el que estos spots se anuncian. La frase que emplean (palabras mas, palabras menos) es:
“AHORA SI, PODRÁS VER TODO LO QUE HABÍAS QUERIDO VER... Y NO TE HABÍAN DEJADO”
“¿No te habían dejado?”
Los efectos más evidentes y espectaculares de la misoginia, el odio y la falta de respeto y valoración que cunde en este país con respecto a la mujer se ve reflejada en las escalofriantes cifras de feminicidios que año tras año colocan a México dentro de los primeros lugares de este vergonzoso ranking mundial. Pero no hay que perder de vista los pequeños detalles ni los sutiles mensajes que perpetúan y alimentan esta oleada de violencia y estupidez, ya que al final son estos los que terminan traduciendose en violencia a la mujer, violaciones y en el último de los casos, asesinatos.
Cualquiera que tenga la costumbre de seguir una o dos series de televisión a la semana en el horario estelar nocturno, muy probablemente ha tenido que ver y padecer esos asquerosos anuncios que ofrecen el envío de imágenes de mujeres desnudas o semidesnudas al celular con solo mandar un código. No tengo idea de cuanto cueste el servicio pero no creo que sea muy caro, y por la cantidad de spots comerciales que estas empresas se permiten mantener al aire en esos horarios televisivos, sospecho que debe ser un negocio extremadamente lucrativo.
Obviamente las imágenes que proporcionan estas empresas reducen a la mujer a un mero objeto sexual cuyo único objetivo y función es satisfacer la pupila del Neandertal que solicita el servicio. Lo que resulta francamente alarmante es el sutil mensaje entre líneas con el que estos spots se anuncian. La frase que emplean (palabras mas, palabras menos) es:
“AHORA SI, PODRÁS VER TODO LO QUE HABÍAS QUERIDO VER... Y NO TE HABÍAN DEJADO”
“¿No te habían dejado?”
¿Qué significa esa frase? ¿Qué implicaciones tiene? ¿Es que acaso la mujer dentro de la vida cotidiana tiene la obligación de vestirse o posar como las mujeres que aparecen en esos anuncios? Y de no hacerlo ¿Se supone que le están negando al hombre su “divino” derecho a disponer de la sexualidad de la mujer de la forma en que le venga en gana? ¿Qué mensaje implícito esta propagando esta sencilla frase en la mente de un niño, un sociópata y en último término en cada uno de sus espectadores con respecto al rol de la mujer dentro de la sociedad y la forma en la cual el hombre debe tratarla?
Este tipo de sutilezas aparentemente insignificantes ¿No pueden ser consideradas incitaciones a la violación a la mujer? Al final de cuentas el slogan esta reproduciendo letra por letra el “razonamiento” (es un decir) de un violador: “Voy a tener sexo contigo, te guste o no te guste, quieras o no quieras, por las buenas o por las malas... te dejes o no te dejes”.
Kurt Cobain dijo una vez:
“La violación es uno de los peores crímenes que pueden cometerse y sucede a cada minuto que pasa. El problema con los grupos que lidian con la violación es que tratan de educar a la mujer a defenderse de un potencial violador. Lo que realmente debe hacerse es enseñarles a los hombres a no violar. Ir a la fuente y comenzar desde ahí”
Resulta increíble que en el transcurso de los últimos años, hayamos avanzado tanto en el combate a la discriminación en ciertas áreas y sigamos tolerando las más aberrantes violaciones a los derechos básicos de la mujer de una forma solapada e hipócrita. Hoy en día nadie sería lo suficientemente estúpido como para crear un spot comercial abiertamente homofóbico, y de ser así, éste no duraría una semana al aire. Afortunadamente.
En el otro espectro, en el tema del respeto más básico a la mujer seguimos atrasados por décadas o siglos con respecto a las naciones más civilizadas del mundo.
Este tipo de sutilezas aparentemente insignificantes ¿No pueden ser consideradas incitaciones a la violación a la mujer? Al final de cuentas el slogan esta reproduciendo letra por letra el “razonamiento” (es un decir) de un violador: “Voy a tener sexo contigo, te guste o no te guste, quieras o no quieras, por las buenas o por las malas... te dejes o no te dejes”.
Kurt Cobain dijo una vez:
“La violación es uno de los peores crímenes que pueden cometerse y sucede a cada minuto que pasa. El problema con los grupos que lidian con la violación es que tratan de educar a la mujer a defenderse de un potencial violador. Lo que realmente debe hacerse es enseñarles a los hombres a no violar. Ir a la fuente y comenzar desde ahí”
Resulta increíble que en el transcurso de los últimos años, hayamos avanzado tanto en el combate a la discriminación en ciertas áreas y sigamos tolerando las más aberrantes violaciones a los derechos básicos de la mujer de una forma solapada e hipócrita. Hoy en día nadie sería lo suficientemente estúpido como para crear un spot comercial abiertamente homofóbico, y de ser así, éste no duraría una semana al aire. Afortunadamente.
En el otro espectro, en el tema del respeto más básico a la mujer seguimos atrasados por décadas o siglos con respecto a las naciones más civilizadas del mundo.