Sunday, May 10, 2015

Sobre la justicia social


La valentía es una cualidad vacía e inconsistente en el ser humano cuando ésta no es enarbolada por una persona justa.
La valentía en manos de un político corrupto o de un asesino, lejos de ser un atributo entraña un terrible peligro. 
Por otra parte, el valor es un bien preciado y obligatorio para luchar a favor de una causa justa. 
A pesar de lo que diga el discurso oficial, lo cierto es que vivimos en un mundo profundamente injusto. Y la lucha para cambiar todas aquellas afrentas a la justicia dentro de la sociedad, requiere siempre de una enorme valentía. Solo a través de ella nos es posible encarar los obstáculos, los ataques y los riesgos que en último término pueden concluir en el martirio. Un riesgo inevitable para aquel que desea justicia en un mundo injusto.
Gandhi dijo alguna vez que el único lugar digno para un hombre justo dentro de una sociedad injusta era la cárcel. Como sabemos, históricamente, la prisión ha fungido como una antesala a la muerte para innumerables luchadores sociales: El mismo Gandhi, su discípulo, Martin Luther King, Malcolm X, Harvey Milk, Ernesto Guevara, Salvador Allende y Steve Biko son solo algunos ejemplos. De ahí que el caso de Mandela  sea una rareza tan excepcional. 
Malcolm X incluso dijo en una ocasión -con todas sus letras- que el precio de la libertad es la muerte. Mucho se podrá decir  a favor o en contra de esta afirmación, sin embargo, lo cierto es que la simple observación de la historia nos confirma que por lo menos en múltiples ocasiones, esto ha sido y sigue siendo cierto.
Actualmente, en mi país, tenemos frente a nosotros la titánica tarea de frenar la violencia indiscriminada y brutal que desangra a la sociedad, la cual se debe por lo menos parcialmente a la ineptitud y la complicidad del gobierno corrupto que nos rige.
Los 43 estudiantes "desaparecidos" en Ayotzinapa, Guerrero, en Septiembre del 2014, fue solo la gota que derramó el vaso dentro de una sociedad que simplemente ya no puede ni quiere seguir tolerando la violencia y la corrupción que corroen a este país como un cáncer, y que ha transformado nuestro territorio en la fosa común más grande del mundo. 
El luchar por colocar nuestro grano de arena para cambiar las cosas en nuestro país, lleva implícitamente una enorme cantidad de riesgos que en último término pueden costare la vida a aquella persona que acepte el reto. Sin embargo, si no hacemos nada, no solamente no pasará nada y la actual situación social seguirá igual. 
Ojalá esos fueran los únicos riesgos de no contribuir de ninguna forma a luchar por una sociedad más justa, en donde la repartición equitativa de la riqueza y la seguridad le permitieran a sus ciudadanos vivir con dignidad. 
Pero el no hacer nada no solo mantendrá viva a la impunidad que reina en este país, sino que despejará el camino a los criminales -dentro y fuera del gobierno- para conducir al país hacia un abismo tan aterrador y sombrío, que aunque hoy nos parezca un escenario casi inimaginable, dentro de diez, quince o veinte años bien puede convertirse en el panorama cotidiano del país.
¿Como luchar? No callando, protestando cuantas veces sea necesario, vigilando a nuestros gobernantes, no cooperando con el crimen organizado de ninguna forma posible -ya sea directa o indirectamente- y por sobre todo, no caer en la  desesperanza y abandonar la lucha por construir esa democracia que hoy por hoy no existe en este país.

2 comments:

ocredeus said...

Continuación del blog...
www.lostscripttum.blogspot.com
(Dos "t"s al final...)

ocredeus said...

Continuación del blog...
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(Dos "t"s al final...)