"Dios es el silencio del Universo, y el hombre es el grito que da sentido a ese silencio"
- José Saramago
"Los cuadernos de Lanzarote"
Existe una abismal diferencia entre creer en Dios y creer en las religiones. Se tratan, muy a pesar de lo que digan los sacerdotes, de dos cuestiones completamente diferentes que no necesariamente deben ir juntas.
En diferentes momentos llegué a la conclusión de que no podía ser congruente con mi forma de pensar y creer primero en la validez de los sistemas religiosos, y en último término, en la existencia de Dios. O por lo menos en la existencia de un Dios antropomórfico, personal y emocionalmente satisfactorio y conveniente para nuestra salud mental como el que proponen la mayoría de las religiones organizadas del mundo.
Con el paso del tiempo, mis opiniones acerca de la religión, en particular acerca de la católica, con la cual tengo la desgracia de tener un mayor contacto, fueron pasando de la duda y el cuestionamiento a la indignación y la rabia.
Hoy por hoy no puedo exponerme a la petulante actitud con que los ministros religiosos pretenden imponer sus dogmas medievales sin la necesidad de aportar pruebas que sustenten sus teorías o entrar en un debate racional -como le es exigido a todos los demás-, sin experimentar náuseas en el intento.
Porque una cosa es respetar el derecho de toda persona a profesar una religión si así lo desea, y otra muy diferente es aprovecharse de esa misma libertad para imponer esas creencias dogmáticas personales en asuntos públicos, pretendiendo evadir la obligación de aportar pruebas y entrar en un verdadero debate de argumentos racionales, esgrimiendo la estúpida -e irracional- excusa de estar exento de dichos requistos, que le son exigidos a todos los demás, ya que eso sería atentar en contra de la libertad de culto.
Una cosa es que los sacerdotes y los creyentes en general apelen a la libertad -a la que curiosamente tanto han pisoteado en todas esas otras ocasiones en las cuales la libertad sirve a otra causa que no sea la suya- y otra muy dferente es que pretendan burlarse de mi inteligencia.
1 comment:
"Dios es un concepto que emerge de la soledad de la inteligencia humana. La religión es una institución de nacimiento posterior que pretende administrar el miedo y la soledad que derivan de dicho concepto con el fin de llegar al poder, así como el mantenerlo con relativa facilidad"
Genial análisis, y hermosa cita de Saramago!
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