Dice el poeta que por el contrario, Dios se encuentra en el silencio, y que podríamos escucharlo... si solo el hombre se callase.
Dice la muerte que ambos se equivocan, y que es ella la única que reina sobre el silencio.
Mientras el filósofo reflexionaba sobre ésto, se hacia una pregunta al aire: ¿En donde terminan los sueños rotos?
"En la fosa común", dijo la muerte, tan claramente que el filósofo volteó rapidamente y se topo de frente con sus ojos negros y vacíos.
"Junto con sus respectivos dueños", sentenció.
No comments:
Post a Comment