Finalmente, se llega a un lugar en el cual todas las preocupaciones terrenales pasan a un segundo término. Todas las rivalidades. Todos los conflictos innecesarios. Todas las posesiones materiales. Todos los malentendidos.
Un lugar en el cual finalmente te das cuenta de que en realidad, lo único que verdaderamente importa de todas las personas que estuvieron a tu alrededor, de todas las personas que quisiste a lo largo de tu vida, es únicamente esos momentos de felicidad que viviste con ellas.
Al llegar a este lugar es que finalmente entiendes que cada persona que compartió un tramo de su vida contigo, que te acompañó, que te dejó algo, así haya estado contigo un día, un mes o 6 años, todas esas personas son las protagonistas de aquellos momentos que en su conjunto forman tu vida.
Y es entonces que te sientes afortunado por haber podido conocerlas. Aprender de sus virtudes y defectos. Es entonces que recuerdas los momentos felices. Solo los momentos felices.
La vida esta llena de momentos dolorosos. Pero al final, estos no tienen la menor importancia. Solo importan aquellos instantes en los cuales las personas que quisiste, estuvieron a tu lado.
Al final recuerdas todo.
Y cada pequeño instante de tu vida es un tesoro invaluable. Insustituible. Una pequeña razón por la cual todo valió la pena.
26 de Enero, 2012
No comments:
Post a Comment