Monday, December 05, 2005

si quieres ser bello...


Oscar Wilde dijo una vez que, desde el punto de vista estético, la moda es tan abominable que es necesario cambiarla cada seis meses. Los estandares que la rigen son totalmente subjetivos. Sus objetivos de mercado también. No hay ninguna originalidad en el asunto. El hecho de que la moda sea como es, y no de cualquier otra forma, es totalmente circunstancial. Lo que no logro entender, es porque algunas personas se obsesionan por lucir y actuar de la forma que les ordena algún decadente y patético diseñador italoamericano que radica en Miami.
Lo que es realmente molesto, es que un reducido número de sujetos dudosos, sean los encargados de imponer los patrones estéticos y culturales que supuestamente deben seguir todos los demás. Por supuesto, la culpa no es de ellos, sino de los imbéciles que les hacen caso. Que son casi todos. Pero en fin, no quería hablar de los patrones de moda en el vestir, sino de los estandares físicos de belleza.
Vivo en México. Un país mestizo. Mezcla de sangre indígena y española. Uno esperaría que los modelos estéticos de las campañas publicitarias fueran un reflejo de la población a la que van dirigidos. Pero no. Pareciera que existe una ley que prohibiera la aparición de sujetos con el mas mínimo rastro de apariencia indígena en un anuncio comercial. Los anuncios televisivos, asi como los impresos, son protagonizados invariablemente por sujetos caucásicos. Niños de inmaculada tez blanca y ojos verdes o azules. Mujeres altas de frondosas cabelleras doradas. Sujetos musculosos con un bronceado perfecto. La antifamilia del México real. Esta tendencia se extiende a las estúpidas telenovelas juveniles locales, al dudoso y ridículo mundo de la farándula y a los videos musicales.
Si quieres ser bello, tienes que ser blanco. Si eres moreno, no tienes derecho a protagonizar nuestras telenovelas. Solo puedes limitarte a observarlas en tu sony triniton modelo 89. Si eres moreno, no puedes protagonizar nuestras campañas publicitarias. Solo puedes limitarte a consumir nuestros productos, que con suerte, harán que te parezcas a los que protagonizan los anuncios.
De lo que se trata, es de intentar desesperadamente ser algo en lo que nunca podrás convertirte. Si lo que dice mi sentido común, pudiera aplicarse a la realidad, la sociedad mexicana debería darse cuenta de este engaño y rechazarlo. Pero no. Mi sentido común nunca acierta en eso de predecir las reacciones de la población mexicana. O mas bien, acierta en predecir exactamente lo opuesto a lo que ocurrió.
De cualquier forma, el que el estereotipo de belleza sea el sujeto caucásico, no es algo que solo sea válido en México. Es la regla en todo el mundo.
Pero el hecho de que la raza blanca sea la que supuestamente ostenta los mejores atributos estéticos es otro hecho circunstancial. El sujeto occidental blanco es el que ejerce mas influencia al respecto, debido a que es el único interesado en imponer sus intereses. La moda es determinada por quien la produce. Al resto solo le queda adaptarse a esos estandares, aún si estos no tienen nada que ver con la propia identidad.
Es bastante lógico que el hombre blanco afirme que el ser mas bello de la creación es... el hombre blanco. Todo ser humano tiene la tendencia natural de defender a su gente y a sus intereses. Por circunstancias del destino, resulta que es el hombre blanco, el que ha tenido la suficiente influencia y poder como para imponer esta idea no solo en su grupo sino en el mundo entero. Pero si un cambio en los sucesos de la historia, hubiera provocado que fueran los negros, los latinoamericanos o los asiáticos, y no los blancos, los que ostentaran esa influencia y poder, los estereotipos socialmente aceptados de belleza tendrían rasgos negros, latinoamericanos y asiáticos respectivamente. Y la fisonomía del rostro caucásico sería la despreciada.

1 comment:

Manux said...

Es asi solo los idiotas, se reinventan cada seies meses segun los dictamenes de un enfermo, claramente no tienen personalidad propia y eso de lastima
Saludos excelente escrito