Friday, October 26, 2012

América latina en el siglo XX. Un continente marcado por la sangre.

 
Tomando en cuenta que los Estados Unidos no son una potencia colonialista ni imperialista sino que ejerce su influencia de forma hegemónica, difundiendo su influencia cultural de una forma generalizada (o globalizada) sometiendo a los países del mundo entero con el fin de salvaguardar sus intereses  económicos, es crucial mantenerse informado si es que se aspira a poder mantenerse al día acerca de  las intervenciones políticas y militares de las cuales se sirve para alcanzar este fin. Estar al día de lo que ocurre no solo en nuestros propios países sino en el resto del mundo.
Sin embargo no basta con estar al pendiente de lo que ocurre en el presente. Es indispensable mirar nuestra mirada hacia el pasado.
La historia de América Latina es, en palabras de García Márquez, "una interminable sucesión de guerras condenadas de antemano al olvido". Pues bien, es preciso recordar que a lo largo del siglo XX, la inmensa mayoría de esas guerras fueron fomentadas por los organismos de inteligencia estadounidenses, utilizando a las grandes industrias de la época como la infame United Fruit Company como mecanismos de vigilancia y coherción regionales. ("Cien años de soledad narra una masacre perpetrada por el gobierno local con el fin de proteger los intereses económicos de esta empresa, una matanza que no es ficción y tuvo lugar en Colombia)
México fue uno de los pocos países latinoamericanos que no estuvieron bajo el yugo de una dictadura militar impuesta directa o indirectamente por los Estados Unidos. pero eso se debe a que México pasó el Siglo XX bajo la famosa "Dictadura Perfecta" que enunció Vargas Llosa y que siempre se mantuvo alineada con los interes estadounidenses.
Con esa excepción, los Estados Unidos auspiciaron dictaduras militares de extrema derecha en prácticamente todos los países de América Latina.
En Panamá, la CIA fundo la tristemente célebre "Escuela de las Américas", en donde agentes estadounidenses de la CIA entrenaron a generaciones de militares y paramilitares latinoamericanos en el exquisito arte de la tortura.
Esto no es un invento ni una exageración. Esta ampliamente documentado que las dictaduras militares a lo largo y ancho de Latinoamérica enviaron tropas de élite a entrenarse en esta academia y fábrica de torturadores (Una buena fuente que ilustra a este respecto es Pedro y el capitán de Mario Bennedeti)
Chile fue una de los ejemplos más notables de intervención ya que fueron las propias tropas estadounidenses las que atacaron la Casa de la Moneda, en donde murió Allende, no sin antes pronunciar su célebre discurso.
Sin embargo, este tipo de intervenciones militares directas fueron una excepción. Es preciso recordar que la fuerza aerea estadounidense bombardeó la sede del gobierno de Allende, que fue un gobierno electo en un proceso transparente y democrático fuera de toda duda, pero de corte socialista.
Son célebres las palabras de Henry Kissinger al tratar de justificar lo injustificable:
 
"No podemos permitir que un gobierno se haga comunista por su propia irresponsabilidad"
 
La realidad es que los estados Unidos atacaron Chile siguiendo el ejemplo de erradicar "ejemplos" de países pequeños con gobiernos socialistas que pudieran "infectar" a sus vecinos circundantes. Fue la misma razón por la cual intervinieron en Corea y en Vietnam.
Haciendo un repaso de la imposición de dictaduras militares de extrema derecha alineadas con los interes económicos estadounidenses que derrocaron gobiernos legalmente constituidos y electos de forma democrática en América Latina tenemos el caso de la caída de Carlos Herrera por el General Jose María Orellana en Guatemala, de Arturo Araujo por el General Maximiliano Hernández en el Salvador, del asesinato de Sandino en Nicaragua y la eterna presidencia de Somoza, de Laureano Gómez por el General Gustavo Rojas Pinilla en Colombia, de Rómulo Gallegos por el General Pompeyo Márquez en Venezuela, del General Jorge Rafael Videla en Argentina, del general Augusto Pinochet en Chile, de Dési Botuerse en Surinam, del General Hugo Panzer en Bolivia, de Leónidas Trujillo en la república dominicana, del General Alfredo Stroetsner en Paraguay, del General Juan Velasco Alvarado en Perú y Manuel Noriega en Panamá, así como Castelo Branco en Brasil.
La historia la escriben los vencedores. Sin embargo, las fuentes estan ahí para cualquiera que quiera consultarlas.
Esta es la historia que no se cuenta en las escuelas de América Latina. Una historia marcada por el signo de la tortura y la sangre en nombre de la todo poderosa United Fruit Company y demás empresas estadounidenses en la región.
Se documenta y se habla abiertamente de la intervención de la desaparecida Unión Soviética en los países de Europa del este. En el caso de América Latina el silencio es total.
Sin embargo, todo aquel que quiera conocer la verdadera historia de nuestro continente tiene a su disposición las fuentes.
Es preciso estar al día, en el mismo grado que conocer nuestro pasado. Estas son "las guerras condenadas de antemano al olvido" de las que habla García márquez. Depende de nosotros perpetrar ese olvido o rescatar nuestra historia y aprender de ella.

1 comment:

ocredeus said...

Continuación del blog...
www.lostscripttum.blogspot.com
(Dos "t"s al final...)