La pornografía es una industria que mueve miles de millones de doláres a nivel mundial; se promueve y difunde a través de todos los medios masivos de comuicación, a saber, medios impresos, filmográficos, y en años recientes a través de internet, que ha constituido una plataforma gigantesca no solo para su crecimiento sino para su accesibilidad, la cual hasta antes de difundirse por este medio era susceptible de cierto control, un control que ha desaparecido casi completamente y ha hecho de esta industria un medio masivo al alcance de practicamente cualquier persona.
La pornografía en cualquiera de sus formas es un medio perverso no solo por prestarse a fomentar la prostitución, y por ser una industria que degrada a la mujer reduciendola y condenandola a ser un mero objeto sexual, despojado de todos aquellos atributos que la hacen un ser humano. La pornografía no trata con individuos sino con meros objetos desechables. Tal es la perversidad de la pornografía: despojar a la mujer de sus más básicos valores humanos.
Existen personas estúpidas que pretenden justificar la existencia de esta industria esgrimiendo un argumento de una idiotez colosal: el hecho de que existan múltiples casos en los cuales las mujeres acceden a la pornografía voluntariamente.
Si bien esto es cierto, este argumento no justifica la existencia de una industria que paga salarios millonarios a un reducisidimo grupo de mujeres que trabajan en la industria pornográfica dentro de la esfera de los países primermundistas (las más conocidas "pornstars")
No hace falta una reflexión muy profunda para saber que existe una línea muy delgada entre la pornografía y la prostitución. La una promueve a la otra y viceversa.
No es ningún secreto que la industria pornográfica recluta a mujeres dentro del círculo de la prostitución. Aqui es donde la pornografía -que es legal, siempre y cuando la mujer acceda a ella de forma voluntaria- plantea uno de sus principales problemas. La pornografía podrá ser legal. La trata de seres humanos no lo es. Y en los países tercermundistas este reclutamiento se presta a perpetrar no solamente el abuso y la violencia que de por sí van de la mano de la prostitución, sino la trata de personas. Más alla de eso, el que estas mujeres se adentren al mundo de la prostitución hace que sea más dificil rastrear y detectar la trata, que sin lugar a dudas es ilegal desde todo punto de vista.
¿Que decir de las mujeres que reciben salarios millonarios y trabajan voluntariamente en la industria de la pornografía? Sin duda son libres de hacerlo, pero su acción es una traición a su género. Una traición de la cual probablemente no estan conscientes o no les importa en absoluto.
**
El ver a una mujer reducida y degradada de tal forma es algo que no solo no puedo tolerar. Me genera una sensación de malestar y de indignación hacia los consumidores masivos de los productos pornográficos y los hombres y mujeres que lucran con este negocio.
Tolstoi dijo que aquel hombre que hubiera amado a una mujer en su vida, de cierta forma se enamoraría por siempre del género femenino y estaba en lo cierto.
**
¿Que hacer ante este problema?
Ante todo no consumir bajo ninguna circunstancia estos productos. Lo cual equivale a no promover la degradación, el abuso, la violencia y la explotación a la mujer.
La industría de la pornografía se derrumbará el día en que la sociedad tome plena conciencia del valor y los derechos de la mujer.
No comments:
Post a Comment